Por: Ángel Santillán
Fotos: Óscar Villanueva Dorantes (OVD) / Cortesía

El ídolo está de vuelta. El multifacético artista Adan Jodorowsky ofreció un concierto muy particular entre cantos, bailes y risas de un showman, que supo dar todo de sí a los seguidores que se congregaron en El Plaza Condesa.

El cantautor Alex Ferreira, proveniente de República Dominicana, fue el encargado de telonear cuando aún la entrada de gente era poca. Alex, sólo con su guitarra electro – acústica en manos, deleitó y cautivó a los presentes que seguían llegando, con canciones que oscilan en temas románticos y de desamor. Un show corto, pero suficiente para dejarnos con ganas de explorar su mundo musical.


En punto de las 8:25 pm, el franco – mexicano – chileno y su banda saltaron a escena para interpretar su tema «Vivir con Valor«.

«Gracias por venir, les presento a Charly, ¿ya conocen la historia de Charly?» Misma que nos relató a todos, para después dar paso a la gozadera con el tema “J’aime tes genoux’», misma que cantó en su lengua natal para luego ligarse a la letra de «Dancing to the radio«, tema de su disco Ada.

Con su refinado sentido de confeccionar música de calidad y llenar el gusto de los más exigentes melómanos, Jodorowsky, dio poco tiempo a los silencios. Así «Hasta la aurora«, «You are the one» – misma que sorprendió con la colaboración de Devendra Banhart, una sorpresa anticipada -, «Niña roja» y su momento romántico al subir a escenario a su esposa Luna y bailar junto a ella, y «Mi fe«, fueron los temas que anunciaban la presencia de otra de las sorpresas de la noche, el otro invitado de lujo, León Larregui, a quien le ha producido discos importantes en la carrera del integrante de Zoé como Solstis y Voluma, para cantar a dueto «Vagabundos de otro mundo«.

El tiempo no fue suficiente, por lo que Jodorowsky no dio tregua a respirar al cantar «Amor sin fin«, «Estoy mal«, «Sólo falta lo mejor«, «You’re my lover«, «El ídolo«, «Rock me» y «Color café«, que vino acompañada por una coreografía por parte del público y donde Adán bajó con todos a cantar, para luego, después del encore característico de todos los conciertos, salir de nuevo a escena y despedirse con los emblemáticos «Collar de Perlas«, «Amor de día y de noche» y «Me siento solo» en una versión bastante alternativa comparada a la balada triste que en realidad es, letras que fueron coreadas de principio a fin y que enmarcaron, entre una tremenda ovación, el magnífico show que solamente un Ídolo puede lograr con tanto carisma.

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