Por: Amaury Berdejo
Fotos: OCESA / Pablo Deyta
Existen algunos géneros musicales que construyen una verdadera comunidad que sigue presente a lo largo del tiempo. Desde el Metal, pasando por el Happy Punk o el Pop, cuando volvemos a ver a esas bandas después de mucho tiempo, volvemos a ser esos jóvenes o adolescente por un rato y nos sentimos en conexión con todos los demás asistentes.
La noche de All Time Low en el Pepsi Center el pasado jueves 22 de junio fue exactamente esa experiencia. Volver a ver los rostros de Alex Gaskarth, Jack Barakat, Zack Merrick y Rian Dawson, fue un reencuentro lleno de alegría y entrega por parte de los asistentes.
“Tell Me I’m Alive” y “Break Your Little Heart” abrieron la noche. Posteriormente Alex se sentó al piano para tocar un fragmento del clásico “Forever Young” de Alphaville, un momento significativo, ya que la generación que sigue siendo devota de este género (Punk Pop) ha ido envejeciendo pero continua con ese espíritu de hace 10 años.
“Dark Side of Your Room, Clumsy” y “Dirty Laundry” siguieron con el show, dejando entrever en cada pausa a una banda que prácticamente no ha cambiado en cuanto al humor, a la energía y a la vibra de sus comentarios. Una y otra vez reconociendo la entrega y el cariño del público mexicano.
Otro momento especial fue cuando Alex cantó “Therapy”, acompañado solamente de su guitarra, recordando toda la cultura musical que se vivía en 2010, entre géneros como el emo y rock punk dominando la radio y los canales de videos musicales.
Después de un pequeño descanso regresaron para interpretar las esperadas “Weightless Monsters” y por supuesto, “Dear Maria, Count Me In”.
Algo que siempre se aprecia en conciertos de este tipo es la entrega de los fans, personas que realmente cantan todas las canciones y están ahí porque esta banda seguramente es el soundtrack de muchos de sus recuerdos.