Por: Ángel Santillán
Fotos: Daniel Galindo / Cortesía

Pantitlán y su mítico ex-balneario Olímpico ya nos esperaban para una noche épica llena de los mejores sonideros de la ciudad reunidas para festejar el 27 aniversario del Sensación Caney, un festejo que a su vez también era una despedida. Por eso la gran reunión de titanes como La Changa, Siboney, Súper Dengue, Sonido Berraco, entre otros que intervinieron en lapsos de 20 minutos cada uno poniendo sus mejores temas de salsa, guaracha y cumbia, así como mandando los incontables saludos que la gente les pedía en el mismo foro e inclusive vía streaming, ya que transmitieron el evento en vivo por internet.

Para un festejo (y despedida) como éste se requería a un personaje de jerarquía para cerrar la noche. ¿Y quien más de renombre y talla internacional en el mundo de la salsa que el mismísimo «Malo del Bronx«, Willie Colón.

Hay que recalcar que con todo y que fue un evento realizado en Pantitlán, que no tiene muy buena fama en cuanto a seguridad, la vibra dentro y fuera del foro era bastante buena, rodeada de personas que lo único que querían era pasársela bien, bailar con cada uno de los sonideros y por supuesto ver al ídolo Willie Colón.

Desde las 9:00 pm se abrieron puertas del Ex-balneario Olímpico con sonideros de no tanta jerarquía aperturando, pero que aún con eso, daban todo de sí para darse a conocer al público. En el venue el calor era insoportable al grado de llegar a un sudor donde la playera se te pegaba al cuerpo. Era una sauna con música de fondo tropical. La gente se recargaba en las vallas y hacía todo lo posible por hacer llegar sus saludos hacia cualquiera de los cuatro decks de audio de cualquier sonidero en turno. Fue muy grato apreciar aquel ritual.

Gente con playeras y chamarras con estampados y parches de sonideros se podían ver por doquier, era como la contraparte del rock y sus escuchas portando remeras de The Ramones, Rolling Stones y Gun’s And Roses. Todos bailaban, hacían ruedas y pasaban parejas de una por una como si fuera un soultrain, solo que, obvio, con música salsa. Fue un grave error no llevar pareja de baile e ir solo.

Luego de cuatro horas de sets repletos de saludos (que llegaron a ser fastidiosos después de un rato), justo a la 1:00 am, la orquesta del señor Willie Colón empezó a tocar y Willie apareció al último portando un traje y gafas oscuras, elegante como siempre. «Talento de T.V.» fue la primera en sonar y en poner a bailar a una parte de los asistentes, ya que muchos otros prefirieron levantar sus celulares y grabar la ocasión.

«Idilio» hizo gritar a todos y «Te Conozco Bacalao» y «Calle Luna, Calle Sol» que fueron canciones interpretadas en colaboración del fallecido Hector Lavoe en los 70’s y 80’s, complementaron la fiesta salsera que iba en aumento anímico a pesar de las altas horas de la madrugada.

«Sin poderte hablar» y un cover de «Hasta que te conocí», original de Juan Gabriel perfectamente bien ejecutado a la versión de Willie, dieron un respiro a todos, para continuar luego con el bello intro de guitarra de «Quiero Saber» y ponernos a cantar.

El setlist del neoyorquino continuó con «Oh Qué Será«, «Demasiado Corazón«, «Che che colé«, «Gitana» y culminó con «El Gran Varón» que por supuesto todos se sabían y cantaban a todo pulmón, pero que provocó a Willie Colón salir antes de terminar el tema, tal vez por fatigación, a lo que uno de sus coristas fue el que tomó el mando para presentar a todos los músicos y agradecer al público, que aunque muchos insistentes pedían otra, las luces y el audio local ya no lo permitieron al filo de las 2:45 de la madrugada, dando con esto un gran festejo y despedida de uno de los sonideros mas memorables como lo es el Sensación Caney.

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