Por: Erika Molina
Fotos: Salvador Bonilla/Cortesía

Eran las 13:50 del pasado 21 de octubre, y los pocos asistentes que en el Palacio de los deportes se encontraban estaban con los ánimos encendidos, pues desde algunos minutos antes, el sonido ya estaba calentando a los asistentes con las mejores pistas de reggae.

En punto de las 14 horas comenzó la fiesta, el dancehall del dj y mc sound Dee J I-Tai y La Bendita fueron los primeros en abrir la pista. Seguidos, hora y media más tarde por la banda formada hace diez años Vibra Muchá, le siguieron bandas más conocidas en la escena del reggae en español como La Comuna y Rawayana. Esta última se despidió ya entrada la noche y con un Palacio visiblemente más lleno.

Aunque los colores naranja y amarillo de los asientos evidenciaban que no sería un evento  de audiencia ‘a reventar’, la energía de todos los que estaban en la pista auguraban baile seguro y una gran fiesta una vez que los dos ‘grandes’ del cartel se presentaran. Antes de que el bonaerense Dread Mar I saliera a escena, una buena dosis de Bob Marley en el audio, ya estaba poniendo el ambiente.

19:40 Las luces se apagaron, las del escenario se encendieron de un tenue azul y, quien fuera integrante alguna vez de Los Cafres, salió a escena dando brincos, incitando así al eufórico público que no dejaba de gritar. La primera canción fue De qué me vas a hablar, dando comienzo al recital compuesto por canciones de corte amoroso. Siguieron Un millón de primaveras, Laberintos y Tú y mi amor. Aunque el cantante argentino se veía entusiasmado, su interacción con el público fue casi nula.

Otras de las más de veinte canciones que interpretó esa noche fueron No me digas nada, una de las más coreadas. Le siguieron Recuerdos, No corras, Sálvame y Nena. Estas dieron muestra de la esencia roots que tanto caracteriza a Dread, el toque extra fue la iluminación que estaba muy bien sincronizada con cada una de las melodías.

Aunque seguía la misma línea musical, el quitarse la gorra que desde un inicio portaba y mostrar sus larguísimas dreads hizo que sin querer, o a lo mejor sí, el concierto tuviera un giro. Llegó una parte más rastafari pero igualmente romántica con una iluminación en su mayoría verde, amarillo y rojo, y canciones como Buscar en Jah, La hoja en blanco (versión de una famosa bachata), Por qué te has ido, Nada de ti, entre otras. Apenas un ‘muchas gracias’ esbozó en la hora que llevaba de concierto, y una breve

Llegó el momento de Tú sin mí y, por supuesto, el canto unísono retumbó el Palacio. Después de esta, se despidió, pero regresó con el esperado encore, e interpretó No te asustes ahora, Nada y Promesas.  Después de esta, una peculiar sesión de giros asombró a todos y llegó el fin de este esperado recital a las 21 horas.

21:33hrs. Tres minutos después de lo anunciado, salieron poco a poco los integrantes de Cultura Profética, menos Willy Rodriguez, a la par un video en blanco y negro con imágenes que llaman a la conciencia, acompañaban un discurso hecho con los títulos de la famosa banda boricua. Al término de estas, el gran vocalista salió y comenzaron los primeros acordes de Rimas pa’seducir, abriendo así el concierto, tal como lo hizo con el cd. del 2009 La Dulzura.

Después de esa bella melodía, que por cierto esta vez tuvo una letra distinta, llegó el turno de Ritmo que pesa, hermosa y reflexiva canción del M.O.T.A , no menos bella pero sí más coreada: La Complicidad, una de las más conocidas de La Dulzura, de esta misma producción, llegó Somos muchos, para regresar con más del también llamado disco verde: Sube el humo, Un deseo  y Nadie se atreve, esta se alargó por varios minutos, pues Willy invitó a un par de mc’s a rapear sobre México, el 19S y la situación que actualmente atraviesa el país. Aunque todos querían más de Cultura, no fueron mal recibidos.

Siguieron Árboles, Del tope al fondo, De Antes, en la que Willy confesó no gustarle, pero sí seguirla cantando. Antes de Amante luz, una reflexión sobre la situación que viven en Puerto Rico y México, dio el momento climático de emotiva conciencia. Más que un intérprete y compositor, el frontman de ‘Cultura’ es un gran ser humano y así lo demostró con tan hermosas palabras que promovían el respeto, la solidaridad y el amor, definitivamente un digno representante del reggae, asÍ LO DEMOSTRÓ CON LA BELLA Música en el tiempo. Definitivamente un gran cierre para demostrar lo que ya en su momento se cantó por ahí ‘Música reggae que puedes cantar, bailar y te hace pensar’.

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.