Por: Don Brit
Fotos: OCESA / José Jorge Carreón
El pasado martes, Sir Paul McCartney, uno de los amados Beatles, después de su concierto en Monterrey. Tomo el escenario del Estadio GNP para que los chilangos se llenaran de energía durante tres horas de música excelente.
Todo estaba listo alas 21:00, sin embargo, esperamos unos minutos por su llegada. Pero en cuanto lo vimos, el lugar se lleno de gritos y aplausos.
Ya les habíamos comentados que Paul puede encontrarse en su camerino tomando una clase de idiomas. En cada espectáculo, Paul dedica una hora para aprender el idioma local. Parece que su estudio de español, fue el mejor, ya que así inició saludándonos “Hola, México! Buenas noches, chilangos! Esta noche, voy a tratar de hablar un poquito de español”
La primera canción que nos ofreció fue «Can’t Buy me Love», con ello miles de persona iniciaron sus voces para está y todas las que seguían. Una de ellas fue «Drive My Car» y luego » Got o Get You Into My Life», «Come On To Me», y» Let Me Roll It» y Getting Better.
La noche se ponía nostálgica, con «My Violent», pues ese tema se lo dedicó a su esposa (Nancy Shevell) Siguieron «Maybe I’m Amazed», «I’ve Just Seen A Face y «In Spite of All the Danger». Que les puedo decir miles de voces seguían con cada canción, pero llegó «Love me Do, una rola, que Paul comenzó a bailar y con ello miles movían la cadera con él.
McCartney con toda su vibra nos encantó con «Blackbird». Siguió con»Here Today» un tema con el qué homenajeo a John Lennon. La energía no acababa y en cuanto sonó «Lady Madonna» todos sus fans de nuevo calentaron las piernas para seguir bailando. Uno de esos temas que siguieron fue, el bellísimo, «Something» ese que dedicó a George Harrison.
La beatlemania no terminaba y en cuanto llegaron «Ob-La-Di, Ob-La-Da», «Band on the Run», «Get Back», las voces de esas miles personas crecieron con gran vibra y energía.
La noche comenzaba a terminar y para que jamás la olvidáramos, Paul tomó el piano y llegaron «Let It Be», y «Live And Let Die» y «HeyJude» este último hizo que cuarenta mil personas cantaran el «na na na na na». Con banderas de México, Gran Bretaña y LGTB McCartney y toda su gente decían adiós.
Obviamente todos los asistentes gritaron el » otra otra otra» Paul regresó y para acabar este enorme, genial y bello concierto, otorgó Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band , Helter Skelter y Golden numbers.