Por Erika Mo
Treinta y cinco años se dicen fáciles, pero es un camino que muy pocos recorren dentro de la escena rockera de nuestro país, y si hablamos de mujeres aún menos, sin embargo las excepciones femeninas que se encuentran vigentes son verdaderas amantes del rock and roll, una de éstas es la gran Kenny Avilés, fundadora y líder de Kenny y los eléctricos (aunque sólo la vocalista es miembro original), banda que recientemente cumplió su trigésimo quinto aniversario festejándolo en grande con otros ‘maestros’ de la escena del rock mexicano.
El festejo se dio cita en el Lunario del Auditorio nacional el pasado 13 de octubre, los primeros en aparecer en el escenario, fueron los integrantes de Metode, banda originaria de Guadalajara que conquistó a los asistentes que aplaudieron todas y cada una de las seis canciones que interpretaron.
Aproximadamente diez minutos después de la presentación de la banda telonera, se apagaron las luces para darle la bienvenida a cada uno de los ‘eléctricos’ hasta que salió la reina de la noche: Kenny, con esa gran energía que la caracteriza interpretó una de las canciones más recientes de su repertorio Puro amor, acompañada del rapero Tony Browne, inmediatamente el público se prendió, al término de la canción no pararon los aplausos y las ovaciones que provocaron las lágrimas de emoción de la guapa frontwoman.
Siguieron Envenéname de ti, A mi manera (cover de la melodía que hiciera famosa Frank Sinatra) y Juntos por el rock, que interpretó junto con Claudio, quien fuera vocalista de la extinta banda chilena Botas negras, al término de esta interpretación, llegó la primera invitada de la noche, Jessy Bulbo quien se dijo admiradora de Kenny, mientras que ésta en una ligera burla, mencionó la juventud de la ex- integrante de Las ultrasónicas en comparación con la banda festejada, juntas interpretaron Cotorrear, el Lunario enteró bailó.
Después de algunos problemas de sonido, invitó al escenario a Ugo Rodríguez vocalista de Azul Violeta, a quien presentó como una de las grandes voces, contrario a esta presentación, casi olvidaba al violinista Gerardo Pontiérr, quien estaba anunciado como uno de los invitados de la noche, una vez que se dio cuenta de su error, comenzaron los primeros acordes de Ámame 1000 veces, aunque Ugo se esforzó por dar lo mejor de su interpretación, definitivamente no es su estilo y nos quedó a deber esa gran voz que lo caracteriza.
Llegó el momento de la aclamada Piquetes de hormiga, y nuevamente invitó a Claudio al escenario, esta vez para interpretar Me nublaste, siguieron Sé que te voy a extrañar, Preso no. 9 y Debes regresar.
Nuevamente llamó a distintos invitados en las canciones siguientes: Enigma con Alfonso André, Historias de amor con Héctor Quijada,El pueblo no se queja con Charlie Montana, En la carretera con El haragán y Stand by me con Baby Batiz y, nuevamente, Tony Browne.
Dicen por ay fue una de las canciones más coreadas, no sólo porque la letra es poderosa, sino porque fue interpretada al lado del invitado “sorpresa” de la noche, Rubén Albarrán, el carismático vocalista de Café Tacvba, quien apareció muy emocionado en el escenario.
Con No huyas de mí, llegó el momento estelar de la noche, aparte de que es la canción más famosa de la banda, Kenny se hizo acompañar de Héctor Quijada, Alfonso André y Lino Nava. El Lunario entero cantó al unísono.
El famoso ‘encore’ comenzó con La traición, siguió Anarquista y culminó con Aviéntense todos en compañía de todos y cada uno de los invitados que acompañaron a Kenny en este gran festejo en el que sus cientos de fans (en su mayoría de 40 a 50 años) compartieron la dicha de tener a una de las grandes exponentes del rock mexicano con energía y talento de sobra.
