Por: Ariel Rodríguez “Brit”
Fotos: César Vicuña/Cortesía
Una tarde un tanto fría es la que se vivió en la Ciudad de México el día jueves 12 de octubre, misma fecha que marcaba la visita de la agrupación sueca, In Flames, al Pabellón Cuervo.
El reloj marcaba las 20:45 hrs. cuando saltó al escenario Strike Master, banda mexicana de trash metal, quienes fueron muy bien recibidos por el público que ya estaba en el recinto para poder hacerse de un buen lugar cerca del escenario. Un poco más de media hora de música fue lo que entregó este potente trío.
Poco a poco el lugar se iba llenando de jóvenes y otros no tanto, ávidos de una buena dosis de metal, tras una larga espera, por fin In Flames tomaba el escenario del Pabellón Cuervo.
“Drained”, una de las rolas de su más reciente disco, Battles, fue la elegida para comenzar la presentación, que desde los primeros acorde se tornó explosiva y potente, y no bajó jamás su nivel.
Siguieron con “Before I fall”, “Everything’s Gone”, “Take this life” y “Trigger”; para estos momentos se vivía un pandemónium entre los asistentes, quienes coreaban a todo pulmón cada canción que los suecos ofrecían.
En algunos espacios se podía ver chicos armando el mosh pit, que aunque lo reducido del lugar no lo permitía mucho, no fue impedimento para sacar sus emociones con el baile. La banda ofreció rolas como “Drifter”, “Moonshield” y “Save me”, ésta última sí que tocó fibras sensibles, ya que me tocó ver a un par de muchachos con lágrimas mientras la cantaban.
El concierto fue tan poderoso que se fue muy rápido, ya para la parte final la banda entregó temas como “The truth” y “Deliver us”; que parecían ser las primeras de la noche pues los fans no bajaron el nivel de energía en ningún momento. El gran final de la noche se dio con “The quiet place” y “The end”. Así terminó una gran noche de metal, en la que estos muchachos suecos ofrecieron un concierto potente y que seguramente dejó un gran sabor de boca en sus fans.