Por: César Villagrán
Fotos: Lulú Urdapilleta / Cortesía

Más de 10 mil payasos asistieron puntualmente al circo que se montó dentro del Auditorio Nacional, pero, ¿Quiénes eran  los anfitriones?, nadie más y nadie menos que el grupo argentino Los Caligaris, gracias a su tour, llamado “Espíritu Payaso”, pisaron de nuevo territorio azteca.

A pesar de la sorpresiva lluvia que azotó a la Cuidad de México la noche de este viernes, no fue impedimento alguno para que se llevara a cabo el circo, maroma y teatro. Las pelucas, los disfraces de payaso y el maquillaje clown desfilaron alegremente por el Auditorio Nacional.

Sin embargo la sensación de miedo se hizo presente al quedar en completa oscuridad el recinto, no obstante no pasaron más de 2 minutos y todo regreso a la normalidad, entre gritos de alegría y aplausos, la gente comenzaba a prepararse para presenciar tan ansiado espectáculo.

Una vez dentro, se sentía una atmosfera de alegría, clásica en un circo, pues se podían ver un lugar repleto de naricitas rojas titilando por doquier, no obstante, al pasar de los minutos la gente comenzaba a notarse ansiosa pues sorpresivos anuncios inquietaban a la muchedumbre, entre silbidos gritos y una clásica porra dedicada a la banda hacían que el tiempo se hiciera más tolerable, de repente una sorpresiva nariz roja, con una cuenta regresiva proyectada en las pantallas laterales, captó la atención de los espectadores, los cuales con demasiada emoción comenzaban a gritar al unísono, hasta que por fin llegó el momento en que se levantó el telón.

Al fin a las 20:45 el concierto dio comienzo, con un mensaje tan conmovedor y lleno de alegría por parte del líder de la banda, “Buenas noches México, no se imaginan la cantidad de noches que hemos soñado con esta noche y hoy gracias a ustedes nos vamos a quedar cuatro noches más en el Auditorio Nacional”, comenzando así con sus temas “Camello”, “Entre voz” y “Frijoles”.

Posteriormente en un gesto de suma humildad y agradecimiento le pidieron a la audiencia que se tomaran un “selfie” juntos para de esa manera “inmortalizar dicho momento”, tanto al público de detrás hasta los extremos, en los cuales estaban presentes desde pequeños, jóvenes y adultos conviviendo, acto seguido interpretaron su sencillo “Nadie es perfecto”.

Continuaron con sus temas “Oasis”, y “Cada vez”, sin embargo una para sorpresa para los payasos que se encontraban ahí fue que uno de los más icónicos payasos de argentina era el invitado especial de la banda, el payaso Piñón fijo, el cual ostento un fabuloso duelo contra Marcos Ozamis, saxofonista de la agrupación.

Dando así por iniciada la presentación circense de los Caligaris, desde camas elásticas, pequeñas bicicletas, hasta patines en los cuales los músicos participaban alegremente, acto seguido comenzaron con “Dos viejitos” y “Mentime la verdad”.

Después las luces se apagaron totalmente, y en las pantallas relució la leyenda “¿Dónde está Raúl Sencillez?”, entre espectadores captados en las pantallas del recinto, sorpresivamente apareció en la parte de luneta desde la cual realizo algunos chascarrillos referentes a su vestimenta, hizo la petición de entonar juntos la canción “La Carta”. Entre abrazos, fotografías, besos y una que otra manoseada llego hasta el escenario en la cual al quitarse la camisa morada que portaba, dejo relucir con mucho orgullo una camisa de la selección mexicana con el número 75, al igual que un tatuaje en el brazo izquierdo de la bandera de México.

Digno de reconocerse fue la siguiente sorpresa que brindaron ya que en esta se pudo notar el afecto que le tienen a México, con todo respeto, como comentaron, comenzaron el espectáculo junto a Mariachi 2000, momentos en los cuales, tanto Carlos Teleb y Martin Pampiglione portaron el clásico atuendo charro.

Y como cereza del pastel le dieron la bienvenida a su nuevo amigo payaso Pedrito Fernández, con el cual cantaron a todo pulmón los temas “El aventurero” y “Yo no fui” mostrando con gran facilidad las habilidades para el baile clásico del famoso charro.

De esta manera la noche del viernes se vivió un ambiente de suma alegría y agradecimiento, pues para finalizar las casi más de dos horas de espectáculo entonaron “Añejo W”, “Tyson” y “Que Corran”, aseguraron que regresarían con muchísimas más ganas de bailar con sus payasos en el Auditorio Nacional, después colocándose a modo de que las letras de sus playeras formaran la frase  “Espíritu Payaso” se cerró el telón y dio por terminada el acto circense que con muchas ansias miles de espectadores habían estado esperando.

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