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Texto: Andrea Santa María Vázquez
Fotos: Zaira Borja Trujillo

El Plaza Condesa vibró la noche del jueves 27 de agosto con los acordes de la banda española Vetusta Morla en lo que fue su última presentación  en la República Mexicana, como parte de su gira A la deriva.

Los encargados  de abrir la noche fueron los tijuanenses The chamanas, que lograron crear una atmósfera impregnada por la melancolía fruto de su fusión de sonidos, mismos que toman el  folklor del norte del país y algunas notas electrónicas conjugadas con  la suave voz femenina de su cantante. Interpretaron  piezas originales de su disco Onceonce y algunos covers.

A las 21:53 hrs. salieron los madrileños al escenario inyectando de energía al público desde el principio  con La Deriva, tema que da nombre a su última producción, seguida por Lo que te hace grande y Golpe Maestro.

Juan Pedro Martí, su vocalista, agradeció al público su presencia haciendo memoria de la última vez que pisaron suelo mexicano, en el Metropolitan, recalcando también la importancia de recintos como el Plaza que les han visto crecer a lo largo de los años. Compartió con los asistentes que continúan en el cierre del ciclo de este disco encontrándose a la deriva pues no saben, a ciencia cierta, hacía que puertos se dirigen pero recalcó la importancia de disfrutar los momentos y el presente que se vive, «hay que disfrutar de cada deriva» indicó.

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«¿Os apetece cantar un poco?»  fue la pregunta que hizo al público para continuar con piezas como Rey sol, Fuego y Al respirar la cual  tocaron «sólo porque siempre la pedís».

Uno de los momentos cumbres de la noche ocurrió durante la presentación de Enrique Bunbury  con quien, según palabras del vocalista, llevan mucho tiempo transitando los mismos mapas sin que sus caminos se acabasen de encontrar, siendo esta fecha y lugar el espacio en que logró ocurrir. Interpretaron a dueto Maldita dulzura ante un público extasiado.

Pese a ligeros  inconvenientes con el audio los músicos desbordaron energía y dieron fe, durante casi dos horas, de por qué las presentaciones de Vetusta Morla se han vuelto garantía por la fuerza en el baile e interpretaciones que no decayeron en ningún momento, además de estar siempre al pendientes de complacer al público y hacer de la experiencia una interacción constante.

Cerca de la medianoche y luego de regresar dos veces a tocar a petición de sus seguidores, cerraron con Los días raros no sin expresar que se iban encantados de esa última noche en nuestro país, esperando volver muchas veces y deseando a México «muchísima suerte en sus derivas».

GALERÍA FOTOGRÁFICA POR ZAIRA BORJA TRUJILLO

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