La precuela de The Big Bang Theory que estrenará en noviembre, llega en exclsuiva con su primer episodio.

 Pre Estreno primer episodio: domingo 1 de octubre, a las 9:00 pm.

 

La temporada de estrenos inicia en Warner Channel con el estreno exclusivo el primer episodio de Young Sheldon: la historia de infancia de Sheldon Cooper de The Big Bang Theory, que mostrará cómo este personaje, ya desde pequeño, revelaba su avanzada inteligencia, sus extrañas manías y una personalidad tan indescriptible como extremadamente divertida.

Es 1989 y Sheldon es parte de una familia no muy distinta de las que se pueden encontrar en Galveston. George es el padre de familia y tiene algunos problemas laborales; George Jr. es el hermano mayor y por cierto no tiene el cerebro de Sheldon; Missy es la hermana gemela, quien no pierde ocasión para decir que lo tuvo nueve meses entre sus piernas; y Mary es la madre preocupada de toda la familia y una ferviente cristiana que quiere llevar la religión a todos los aspectos de la vida. Pero también entiende que Shelly, como le gusta llamarlo, es una persona especial y hace lo posible por defenderlo de un entorno en que sencillamente él no encaja.

A pesar de tener nueve años, Sheldon ya sueña con ser un reputado físico teórico que revolucione el mundo de la ciencia, aunque en caso de que eso fracase ya tiene un plan de contingencia: aprovechar su amor por los trenes, ser un maquinista, un cortador de boletos o algún operario de una red ferroviaria. Pero para ser justos, su desarrollo intelectual ya transita por niveles poco comunes a los de un niño de su edad. De partida va en el mismo curso de George, lo que ya es un problema en la relación de ambos. Sus profesores, lejos de admirarlo, se sienten intimidados por su inteligencia, y en lugar de explotar sus capacidades prefieren reclamar a la dirección de la escuela que se ven expuestos al ridículo en todo lo que tratan de enseñar en sus cursos. En casa, en tanto, los experimentos y las respuestas a fenómenos físicos tienen más fluidez que los juegos y travesuras de cualquiera a esa edad.

La brillantez de su cerebro contrasta tempranamente con sus manías. Sus ropas son poco convencionales y prefiere algunos formalismos que lo hacen ver como un extraño. Para Sheldon eso no es problema, porque el resto de las personas no posee un código de vestimenta. Tampoco se siente cómodo si se trata de tomar las manos de sus familiares, pues las bacterias y enfermedades son siempre una amenaza, al menos hasta muchos años más tarde cuando se inventen los jabones con alcohol que no necesitan enjuague. Pero su noble corazón es capaz de sobreponerse a estas infecciones si con eso puede alegrar el triste corazón de su papá.

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