Nota por: Eric Idalid
Fotos por: Liliana Estrada / Cortesía

La noche del pasado jueves quedará en la historia, pudimos observar un fenómeno que difícilmente se volvería a repetir por el cielo de la CDMX, se podía apreciar la Luna acompañada de Venus y Jupiter pero faltaría un elemento más para que fuera perfecta, ese era el astro de la música argentina; Vicentico.

El 28 de noviembre será especial por estos dos aspectos, pero me atrevo a decir que más para los fans de cantante argentino, tuvieron que esperar poco más de un año para volver a verlo y cantar junto con él. En la periferia del Metropólitan se podía ver de todo, familias enteras, parejas y uno que otro solitario listo para el gran show, y claro, no podía faltar don Martín, que vende playeras y pines de 4×50 con la cara del argentino

Pasaban las 8:30 de la noche y sus seguidores se les notaba la ansiedad por el comienzo del show y no tuvieron que esperar mucho, las luces se apagaron por un momento y a media luz cada uno de los músicos que lo acompañan salieron sigilosamente, estalló todo el recinto, claro, Vicentico se apoderaba del micrófono con su vestimenta que lo caracteriza.

La noche mágica empezó con el  tema “Ya no te quiero”, de su disco Solo un momento, que vio luz allá por el lejano 2010. La noche coreaba “Bajando la calle”, “El rey del rock ‘n’ roll”, “El otro”.

El recital iba a su clímax cuando Vicentico le bajó a los decibeles con un solo de piano, pero sólo duró unos cuantos segundo, pues el argentino interpretaba canciones de Los Fabulosos Cadillacs: “Demasiada presión”, “Carnaval toda la vida”, “Siguiendo la luna” y “Basta de llamarme así”.

El teatro se unió en una sola voz para interpretar “Paisaje”, un momento épico. Ya en la recta final del concierto, Vicentico regresó para entonar “Freak”, su último sencillo que puso a bailar a todos los asistentes. Esta noche no podía faltar “Vasos vacíos”, y la cereza en el pastel “Los caminos de la vida”.

Parecía que todo había terminado, que todos podrían regresar a casa pero no, nadie se movía del lugar esperando un poco más, siempre un poco más, un murmullo empezó a sonar con el que se puede considerar un himno, el coro de la canción “Yo no me sentaría en tu mesa”, una ves más Vicentico regresaba al escenario, “siempre me la piden”. comentó entre risas.

Un 28 de noviembre que quedará en la historia y ahora todo tiene sentido, Jupiter y Venus se acercaron a la Tierra para escuchar a un astro, el astro de la música argentina, Vicentico.

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