Por: Ángel Santillán
Fotos: Mr. Spiro

Un tributo a Soda Stereo y a Gustavo Cerati lleno de recuerdos, emoción y nostalgia fue lo que se vivió en el Pepsi Center.

Soda Eterno, la banda liderada por Daniel Sais ex-tecladista de Soda Stereo, y complementado por Caio Arancio, Juan Carlos Macio, Pablo Estrella y Guillermo Moreano, dieron una cátedra de cómo hacernos vibrar con covers de la mítica banda Argentina.

El show de la noche lo comenzó Mary Jane, una banda proveniente de Ecuador en la que sus integrantes rebasan la edad de los 40’s, y en el que incluyeron dentro de su repertorio éxitos del rock clásico en inglés, así como canciones de su autoría con nombres y letras chuscas como «Panza Cervecera» y «Me Comí la Torta».

El Pepsi Center lucía diferente en esta ocasión, a diferencia de otros show. Ahora, el recinto estaba acomodado en filas y butacas con números asignados. La gente, en su mayoría ya personas que rondaban entre los 30 y 40 años de edad, llegaban listo para apreciar de un show, de una obra, la obra que Gustavo Cerati dejó en vida.

Soda Eterno salió al frente y se presentó con «El Séptimo Día«, prosiguió con «Telarañas» y más himnos de Soda Stereo como «Imágenes retro”, “Hombre al agua” y “Danza rota»; canciones que curiosamente no tuvieron tanto coreo por la multitud, no al menos como «Cuando Pase el temblor» o «Juegos de Seducción«.

Eso sí, la nostalgia se hacía presente en cada tema que nos transmitía Caio Arancio con su voz idéntica a la leyenda Cerati, además de que iba vestido igual que él como en sus primeros discos con Soda.

«Estamos felicísimos de estar aquí. Vamos a recorrer mucho de la carrera del maestro Gustavo Cerati, porque sin él, esto no sería posible”, dijo Sais quien se mostraba impresionado por el cálido recibimiento del público mexicano.

Toda la gente se puso de pie por primera vez y entonó a la par cuando se soltó «En la Ciudad de la Furia», esa misma que algún día mencionaba Cerati que la Ciudad de México era la segunda después de Argentina.

El tributo se extendió también a tres canciones de Gustavo Cerati en su etapa solista: «Crimen«, «Puente» y «Deja Vu», así de corridas y que solo algunos pocos identificaron. Solo aquellos grandes fans corearon.

El Pepsi Center se transformó en un canta bar y kareoke pasadas las 11:00 pm. Soda Eterno tocaba hit tras hit y los cantos se volvieron abruptos tras las letras de «Nada Personal«, «Persiana Americana» y «De Música Ligera», ésta última que dio fin con un «gracias totales» incluido para cerrar una noche llena de memorias y canciones trascendentales que mantienen en vida al gran personaje que fue Gustavo Cerati, alguien que sin duda es irremplazable.

 

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