Por: Diego Hartze
Fotos: OCESA / Lili Estrada

Tras dos años fuera de los escenarios, Reyno regresó triunfante al Auditorio BB, recinto que ya los había recibido seis años atrás, por allá del 2016. La cita fue este 10 y 11 de junio, y nosotros fuimos afortunados por haber ido a su segunda fecha.

El show comenzó con “Detonador”, y de manera poética así se sintió su entrada, como una bomba compuesta de euforia y de gritos de emoción que explotó y llenó todo el lugar. La banda, conformada por Christian Jean y Pablo Cantú, estuvo acompañada por Alejandra Moreno (vocalista de Ruido Rosa) y Florencia Quinteros (vocalista de Celest) en los coros y percusiones, por Mike Hernández (de Reypila) en el bajo, por Santiago Carranza en los teclados y por David G. Pablos en la guitarra.

La banda originaria de Ciudad de México pudo presentar por primera vez en vivo canciones de su más reciente álbum El eco de la nada, tales como “Solución”, “Musa” y Magnitud”. Las cuales fueron todo un deleite sonoro. Es evidente la evolución que experimentaron con sus nuevas composiciones. También tocaron muchas canciones de sus tres discos anteriores, como “Fluye”, “Remi” y “Ay de ti”.

Durante la primera mitad del show pudimos testificar cómo “Química” se ha consagrado como una de las favoritas de sus fans. Pues fue una de las melodías más coreadas.

El concierto fue adornado visualmente por imágenes psicodélicas proyectadas en una pantalla. Visuales muy similares a los vistos en sus lyric video.

“Amarrado” puso un poco emotivo a Christian Jean, quien aprovechó para agradecer a su público. “La música es la que tiene a todos juntos”.

Un momento bastante singular fue después del encore, justo cuando terminaron de tocar la poderosa “Ahrimán”. Pudimos presenciar entre los asistentes cómo un joven le pidió matrimonio a su novia. Fue algo bastante surrealista, él se hincó y en menos de tres segundos se puso de pie nuevamente, se le notaba muy nervioso. No pudimos determinar la respuesta, pues si bien ella tomó el anillo, nunca se lo colocó en su dedo índice (como es tradición), solo escondió su rostro en el pecho de su pareja durante las siguientes dos canciones. Fue un abrazo que pareció eterno.

Fue muy gratificante ver por primera vez a Pablo como voz principal en al menos tres canciones. “Nunca te vayas” es sin duda un himno lleno de luz.

El concierto cerró con broche de oro, con “Dos mundos”, canción que los llevó a la fama en sus inicios. Sin duda fue un gran espectáculo. Y para fortuna de todos sus fans, Christian mencionó: “Nos vemos muy pronto, hay Reyno para muchos años más”.

Aquí te dejamos el setlist de la noche del 11 de junio:

Detonador
Dualidad
Fluye
Repetición
Levedad
Nunca te amé
Pacífico
No olvidé
Química
Magnitud
Musa
Amarrado
Ay de ti
Remi
El eco de la nada
No necesito más
Parte del sol
Solución

(encore)

Ahrimán
Purifícame
No te vayas
Nunca me dejes
Fórmula
Control
Dos mundos

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