Por: Jesús Ortega “AgroZ”

Uno de los conciertos más emotivos, con un espectáculo artista-público, que no tiene punto de comparación, en este año se hizo presente en el Coloso de Reforma. Y es que José Madero Vizcaíno tuvo su primer Auditorio Nacional con un soldout, lleno de tremendos fans, que definitivamente hicieron ver de borde a borde el recinto.

En punto de las 21:00 hrs. hacía su aparición, con una alegría y energía que desprendía a un público totalmente eufórico que entonaban un coro de “Pepe, Pepe”” en repetidas ocasiones.

Inició sus primeros acordes de “Conversaciones sobre anatomía”; entre un público coreando y todo el éxtasis que se emanaba, ya se sabía que no habría ningún tipo de pausa entre rola y rola; es así como “Documentales” se hizo presente, la primer canción de Giallo presentada a su público de la CDMX, que a pesar de ser una canción relativamente nueva; los presentes demostraron su cariño a José coreando este nuevo gran éxito.

Claro, cayó la Noche y las brujas se hicieron presentes; es así como “Noche de Brujas” puso a bailar a todo el recinto y enseguida a todo mundo con “Teoremas, etc”, me encantaría poder hablar de todo el repertorio y de cómo cada canción fue especial para los asistentes, pero la verdad es que volteaba y veía a alguien llorando en “Final Ruin” o cuando tocó la primera de PXNDX, de las que tiene en su repertorio y a todo mundo le volvió un granito de juventud en ese momento coreando “Solo a Terceros”.

Pero uno de los momentos que más marcaron y reabrieron heridas a muchos, fue a partir de “El Ser Supremo” los momentos más tristes, desgarradores y coreados de la noche, en donde se coreó en todo momento, mientras el público apoyaba con las luces de sus celulares y sus manos de un lado a otro; una rola única que podías disfrutar la vista desde cualquier parte. “Violencia” entró para representar la primera canción del disco azul Psalmos, a partir de este momento no había manera de parar los coros, la felicidad ni la conexión de José con todos sus asistentes.

Zaira Jabel se hizo presente en el escenario para acompañar esta gran velada con “La Petit Mort”, quién más adelante lo acompañó con una de las favoritas del público como lo es “Codependientes” y “Conversación Casual”

Uno de los puntos más personales que se vivió con el público y José, fueron canciones como “Padre nuestro”, “Ojalá”, “A tu Merced”, “Feliz Cumpleaños” y la más emotiva de todas fue “Sin Ampersand”, donde nos transmitió a todos el alma de esa canción entonando como todo un himno, como todo el sufrimiento que nosotros tenemos transmitiéndolo a él.

Sin duda José se ha convertido en uno de los favoritos del Rock/Pop Mexicano gracias a toda la cantidad de sonidos que nos presenta en sus diferentes discos y que además desde hace años nos hace vibrar con sus letras, pero ahora vibramos a un mood más tranquilo, pero más sufrido. “La Herida”, “Invócame”, “MCMLXXX”, “Sinmigo” y “Quince Mil Días”, dieron la apertura al momento más íntimo.

Se hizo presente su guitarra con los números de “1980” y entre acordes empezaba un momento totalmente acústico, de las cuales “Noche de Baile”, “Lo Dorado Desvanece”, “Nadie más vendrá” e “Imposible”, tuvieron toda la conexión del mundo; hasta que de repente entre gritos de “Pero encuerado, así no se siente igual”, la conexión se hizo totalmente única y a donde volteabas había una lágrima con “Mercedes”.

A pesar de que no se hizo presente Alba en este concierto, entre sencillos y canciones de cada disco, hizo un excelente espectáculo los cuales cerró con “Lunes 28”, “¿Apoco No?”, “Esta Noche es la Reunión”, “Lamentable”, “Cerraron Chipinque” y sus más grandes éxitos como solista y como PP Pxndx dieron el fin de este magno concierto “Literatura Rusa” y “Nuestra Aflicción”.

Diría Andread Ostberg, compañero de José en el podcast Dos Nombres Comunes: “Se dice muy mamón, pero los extensos agradecimientos, con el corazón en mano, a la banda, equipo, staff y público, me dice todo lo contrario.” comentado el fin de su concierto que le hizo soltar las lágrimas por estos 6 años de solista y estos 6 años que lo han acompañado en este grandioso, largo y exitoso camino llamado “José Madero”.

Y el Diluvió nos despidió de este gran concierto. Solo falta comentar que José tiene esa conexión con su público, esa conexión que no muchos artistas tienen, muchas felicidades por este excelente concierto, ahora es momento de conquistar la Arena Ciudad de México y más adelante todo lo que quieras porque tu música da para eso y más, tu crecimiento se ve, se nota y tu público de lo agradece desde hace tantos años.

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