Aprende a usar el papel fotográfico y obtén mejores resultados en tus impresiones.
Normalmente interactuamos fácilmente con las impresoras. En general su uso no representa mayor complicación. Es fácil alimentar la bandeja con hojas bond y dar clic para que comience a hacer su trabajo.
Pero ¿como imprimir en papel fotografico? No es tan simple como parece. Además de que estás utilizando un material con ciertos acabados, debes saber cómo colocarlo, cómo adelantarte a los problemas y, por ende, cómo resolverlos.
Los errores representan una pérdida mayor que si usaras un papel tradicional. Le pegas al tema ambiental, al costo del material y al funcionamiento y vida útil del equipo.
Nunca sobra una guía de inicio a fin para evitar errar y realizar impresiones efectivas.
¡Te la mostraremos enseguida!
Identifica el lado donde está el recubrimiento
Todos los papeles fotográficos tienen un frente y un reverso diferentes, excepto el doble cara. Dependiendo del que estés usando, puede ser mate o brillante.
Mate: Ideal para trabajos de impresión que requieren efecto suave y clásico, no refleja la luz y los colores son menos vivos.
Brillante: Para usarlo cuando deseas una apariencia más vívida con detalles, nitidez y contraste medio-alto.
Procura no tocarlo en exceso, más si es brillante, dejará la marca de tus huellas dactilares y la impresión puede resultar afectada. En ese caso, límpialo con algodón antes de imprimir.
Colócalo en la bandeja de la impresora
Si tienes claro cuál es el sentido en que debes colocarlo en la bandeja, basta con que elijas el lado que contenga el acabado y lo pongas en la posición correcta para que reciba la tinta.
En caso de que no, haz la prueba e imprime cualquier cosa con un papel sencillo que tengas a la mano.
Verifica que el papel se mantenga plano y que no se mueva. Para esto debes ajustar los bordes o guías de la impresora hasta que quede asegurado.
Establece los valores de impresión
Configura la impresora desde tu computadora para que haga el trabajo que esperas. Elige el archivo y selecciona las propiedades que tiene en el menú de impresión:
- Tamaño, ya sea 4×6 (10.2 x15.2 cm), 5×7 (12.7 x 17.8 cm), 6×8 (15.2×20.3cm), 8×10 (20.3 x 25.4cm), etc.
- Tipo de papel, elige la opción que sea “para fotografías” y especifica si es mate o brillante.
- Selecciona horizontal o vertical, dependiendo de la orientación de tu archivo.
Vale la pena que ubiques cuáles son los nombres de las bandejas de la impresora para que elijas la correcta en caso de tener dos o más.
Observa tu proyecto en el monitor de la computadora
Si al ver tu trabajo en pantalla, distingues algún cambio en la tonalidad o en saturación de los colores, detente un momento porque la impresión puede resultar mal.
Lo que puedes hacer es buscar un calibrador de monitor. Normalmente los sistemas de Windows y otros equipos contienen esta herramienta, pero si no, encontrarás opciones en internet como Quick Gamma que pueden cumplir con el trabajo de forma gratuita.
Configura la calidad que quieres obtener
Todas las impresoras cuentan con un menú para seleccionar la calidad atendiendo a si es un borrador, una impresión normal, una óptima, una avanzada o una muy avanzada.
Elige la que mejor se adapte a tu necesidad de impresión y que coincida con los datos anteriores. Pues no va a servir que elijas una calidad superior si el tipo de papel está configurado para papel normal. .
Revisa la configuración en la impresora
Antes de dar el último paso, detente un momento a confirmar que los datos de la impresora estén emparejados con los que has establecido en tu computadora y haz cambios si fuera necesario.
¡Clic en aceptar!
Ya que confirmaste todos los pasos anteriores, es momento de clicar en el botón de aceptar dentro del menú de impresión y esperar con emoción el resultado.
Te recomendamos retirar el papel recién concluya el trabajo ya que si lo dejas ahí puede comenzar a maltratarse.
No te preocupes si la primera vez no se logra al 100%, procura revisar muy bien los pasos para que nada se quede sin consideración y obtengas la mejor impresión fotográfica hecha por ti mismo(a).