Autor: Dalí Berdejo
Fotos: OCESA / César Vicuña

La noche, del pasado 5 de noviembre, miles de fans correspondieron con enérgica lealtad al llamado de una de las bandas más emblemáticas de la escena del rock mexicano:
Caifanes, quienes convocaron a su multi generacional público en el Palacio de los
Deportes, bajo la promesa de reivindicar colectivamente el latente vestigio del espíritu
rebelde que caracterizó el cierre de los años ochenta.

¿Puede reinventarse el brío de lucha?
Siempre que haya rock de por medio, la respuesta será un contundente sí, y los Caifanes
son expertos en esta retórica. Así, cerca de las 9 pm, e inmersos en una abarrotada
atmósfera de expectación, Diego Herrera, Saúl Hernández y Alfonso André abrieron el telón revelando un íntimo y nostálgico escenario semi acústico; pretexto perfecto para edificar un contundente mensaje de denuncia, combatividad y un urgente llamado a la justicia a través de los sonidos de “El negro cósmico”, “Sólo eres tú “ y “Miedo”.

Adentrándose en la noche, y al ritmo de los experimentales cánticos emitidos por su
inquieto saxofón, Diego Herrera comenzó a transformar la acogedora velada de tintes
románticos en un prolifero escenario eléctrico que dio paso al esperado desfile de los
grandes hits de la banda, tales como “Nubes”, “Para que no digas que no pienso en ti” y
“Los dioses ocultos”, reafirmando así el inagotable mensaje de inquietud teológica ,
introspección y trascendencia que Caifanes escribió décadas atrás para involucrar a toda
una generación en el andar espiritual.

Para ver lo que es eterno…
El compromiso discursivo de la banda se hizo presente a través de los icónicos sonidos
característicos de “Cuéntame tu vida, “ “Viento”, ¨Mátenme porque me muero” títulos que,
además de contar con la incuestionable aprobación y eufórica entrega de los asistentes por principio de añoranza, encontraron en las palabras de su legendario vocalista un necesario y contundente refresh: “Podemos morir, pero no por ello seremos viejos”, mensaje que no quedó vacío de significado, pues también se presentó su nuevo sencillo “Solo eres tú”, producto de sus más recientes encuentros como agrupación activa, y que resulta ser un emocionante guiño para sus seguidores al insinuar que Caifanes es mucho más que una banda que solamente vive de sus mejores recuerdos.

No olvidar
Guiados por un honesto sentido de empatía y apelando al uso consciente de su fuerte
poder de difusión, los oriundos de la Ciudad De México (por entonces Distrito Federal)
extendieron un respetuoso espació para la reproducción del videoclip “Canción sin
miedo”, de la compositora Vivir Quintana, con acompañamiento coral de la compañía de
mujeres El palomar, reforzado por un emotivo mensaje de Saúl en claro repudio a la
siempre ruin violencia de género.

El cierre del evento liberó los últimos clásicos de la noche, revitalizando el recinto con un concluyente empuje de energía , cortesía de “Te lo pido por favor” (cover a Juan Gabriel),
“No dejes que”, “La célula que explota” y la infalible “Negra Tomasa” (Cover a Guillermo
Rodríguez Fiffe), redondeando así un set list de antología para los espectadores , y recordando a la memoria popular por qué el pasar del tiempo le ha otorgado a los Caifanes un lugar privilegiado en el centro del corazón del folklore mexicano contemporáneo.

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