Por: Maggs Granados
Fotos: Daniel Rodríguez
La noche del miércoles 23 de octubre, el Palacio de los Deportes se vistió de Caribe para recibir al dominicano Juan Luis Guerra y su 4.40, con su gira “Entre Mar y Palmeras”. Sus 67 años no fueron impedimento para demostrar que su voz sigue en muy buen estado y su energía es espectacular.
Cerca de las 9:20 pm, Juan Luis salió al escenario para iniciar su show de manera contundente con “Rosalía”, clásico de su “Bachata Rosa” de 1990. El ambiente festivo y multicultural se respiraba en el aire. Todos los ahí presentes pasarían toda la noche de pie bailando y coreando todas y cada una de las canciones. “La Travesía”, “La Llave”, “Vale La Pena” y “Como Yo”, serían
las siguientes canciones que inundarían de bachata, salsa, mambo y merengue la noche. En cada tema Juan Luis, además de regalarnos su voz, nos obsequiaba sus pasos de baile y sonrisas al por mayor, gestos que el público valoraba y celebraba en todo momento. El ganador de varios premios, incluidos 27 Grammy Latinos, dos Grammy estadounidenses y once Premios Latin Billboard, demostró el por qué de su trayectoria de más de 40 años, con una noche mágica “Entre Mar y Palmeras”.
La noche tendría sus momentos explosivos, uno de ellos fue el “popurrí de bachatas” que incluía, entre algunas otras: “Muchachita Linda”, “Estrellitas y Duendes”, “Bachata en Fukuoka”, “Mi Bendición”, “Frío, Frío”, y para cerrar, “Burbujas de Amor”, esta última cantada a dueto con el público.
Llegaría un momento de un merecido y necesario para el señor Juan Luis Guerra y nos dejaría perfectamente acompañados y amenizados por su 4.40, increíble banda de músicos y cantantes que se encargaron de interpretar y conquistar a todos los ahí presentes con “Tú” y “Como Abeja al Panal”, seguidas de la presentación de los miembros de la banda, quienes demostraron por qué acompañan al dominicano en cada presentación.
Después de especular si Juan Luis se encontraba bien, llegarían los primeros acordes de “Visa para un Sueño” y cualquier duda sería disipada, volvería al escenario para entregarse una vez más al público, cantando y bailando con el carisma que le caracteriza. “Mambo 23” y “El Costo de la Vida”, serían el preámbulo de uno de sus grandes éxitos “Ojalá Que Llueva Café”, canción que en su momento, hasta la banda Café Tacvba “covereó”.
El cierre de esta noche tan bailable estuvo a cargo de “Noviecita”, “El Farolito” y “Las Avispas”, pero obviamente eso no sería todo. El público no se la creía, gritaba, chiflaba y coreaba al ritmo de las palabras color rosa en las pantallas “otra, otra, otra” y así volvería el señor Juan Luis Guerra ataviado con su chamarra de mezclilla y letras rosas a la espalda que decían “Bachata Rosa”, momento que desató la euforia y locura de todos, pues vendrían “A Pedir su Mano”, no sin antes preguntar por la nacionalidad de todos los ahí presentes. “¿Cuántos mexicanos hay aquí esta noche? ¿Dominicanos? ¿Venezolanos? ¿Colombia? Gracias a todos y llegaría “Bachata Rosa”.
La fiesta multicolor cerró al ritmo de “Bilirrubina” y no hubo alma en el recinto que no bailara a
su ritmo.