Por: Alicia Ávila 

Con el regreso de los festivales poco a poco, a su total normalidad, el EDC trajo ilusión y esperanza con su octava edición.

En el tercer día y cierre del evento, el Electric Daisy Carnival esperaba a su público desde las 14 h, aunque la hora en que llegaban, comenzaba a ser desde medio día e incluso, todavía llegaba gente a la media noche.

Por supuesto, la producción que se hacía cada uno de los asistentes, se logró apreciar y valió la pena el esfuerzo de cada uno de ellos; vestuarios, pigmentos, outfit, penachos, pelucas, botargas, disfraces, mamelucos de personajes, trajes de baño con lentejuelas, sombreros con brillos y detalles iluminados pero sobre todo, mucho color, fueron detalles que se hicieron presentes durante estos tres días en cada rincón.

El festival nos trajo sobre todo, una experiencia a través de la cual los asistentes podían (en este momento) pasar por alto los dos años que han pasado ya sin que tengamos estos eventos o que pudiéramos salir y estar tanta gente en un mismo lugar y sobre todo, explotar de felicidad con nuestra música favorita en vivo, de fondo mientras apreciábamos el atardecer hasta lograr disfrutar de la música y los amigos o acompañantes, bajo las estrellas.

Dentro de los Djs que logramos disfrutar en este último día, encontramos a Roberto Matthews, la cara detrás de YoSoyMatt en el escenario circuitGROUNDS.

A través de sonidos tropicales, YoSoyMatt fue de los primeros Djs del día que nos pusieron a bailar ya entrado el atardecer, en donde el sol comenzaba a regalarnos esa luz para recrear el ambiente golden hour perfecto, para sentirnos en el paraíso.

Por supuesto, el escenario que más sobresalía por su extensión, visuales, producción y que reunía al talento headliner, fue el kineticFIELD, en donde cada Dj hizo parte de su set, temas conocidos como Seven Nation Army (unas tres veces por lo menos, con distintos Djs), algunas de Daddy Yankee y temas que son trending en TikTok.

Notamos mucha fluidez en este tercer día conforme transcurría el día; los distintos spots transmitían distintas emociones; el espacio de áreas verdes compartía tranquilidad y un espacio en donde podían descansar en el piso los asistentes, el área de foodtrucks con una amplia oferta gastronómica, el área de merch donde te daban la opción de maquillarte con glitter y piedras como sirena, por supuesto, la música y otros stands, donde podías concursar, para llevarte dulces u otros productos, por participar en rápidas trivias.

La rueda de la fortuna, las sillas voladoras al igual que otros juegos mecánicos, siempre tuvieron largas filas para que los asistentes disfrutaran de ellos, mismos que estando en la cima, se lograba apreciar el festival desde el cielo soleado, o el cielo estrellado.

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