Por: César Augusto Lopez
El pasado 25 de febrero, el Velódromo Olímpico de la CDMX, fue la casa del Rap y el Hip Hop en donde se llevó acabo un encuentro musical encabezado por los californianos Cypress Hill , y teniendo como principal invitado a Prayers, acompañados de LNG/SHT, Kaktov, Remik Gonzalez, Proof y Señor Marrano.
Las puertas del venue fueron abiertas desde las 15 h; en un principio tuvo muy poca afluencia, pero poco a poco empezaron a llegar los fans. Se hacían notar algunos grupos de cholos, quienes llegaban tirando barrio, mostrando sus placasos y con un outfit digno de cualquier clika que se da a respetar.
El encargado de dar inicio a este espectáculo fue Sr. Marrano, uno de los MC´s màs prometedores de la escena. Con un poco más de 30 minutos en el escenario, fue despedido con aplausos, Proof y Remik González hicieron lo suyo en sus respectivos turnos y poco a poco el ambiente se elevó.
En punto de las 18:50 hizo su aparición LNG/SHT quien mando un efusivo saludo a los asistentes, agradeciendo el momento de estar presente, presente en el escenario donde más tarde estaría Cypress Hill.
Empezó su show con Buenos adultos, con esa energía que lo caracteriza constantemente agradecía a los asistentes, al final de su show invito a Sr. Marrano Y Proof quienes en conjunto cantaron uno de los ultimas temas de Señor Marrano “Ella se llamaba Gina” y con esta canción terminaba su presentación.
Después de poco más de 30 minutos de espera y algunas modificaciones en el escenario, hacia su aparición Prayers. Leafar Seyer y su Chologoth, empezaron a encender la noche, con un “performance” algo particular, en el cual Chino y Glare permanecieron casi inmóviles durante todo el show en una postura de observadores, algo que llamo la atención a los asistentes pero que le daban una ”vista” diferente a la presentación, “Black Dove” fue el tema inicial, seguido de “Gothic Summer” y “Black Leather, una parte del público ya se encontraba impaciente y se hacía notar, pero cabe mencionar, que el gran temple de Leafar, quien a pesar de no estar al 100 de la garganta,
“Estoy un poco ronco, esta semana di muchas entrevistas y mi garganta lo sintió“. Comentó,
Sin embargo no dejo de cantar y de no ser porque él lo menciono no lo hubiéramos detectado. Dedico la canción “Perfect for you” a su esposa Kat Von D, para después interpretar “Mexica” acompañado de un grupo de danzantes con penachos propios al estilo Mexica, cerro su interpretación con “La vida es un sueño” y un gran mensaje, para todos los ahí presentes, “Que la luna les alumbre el camino, a ustedes y a todas las almas que han perdido, quiero que sepan que nunca los olvido, quiero que sepan que pronto los miro, porque la muerte es parte de nuestro destino”.
Después de magistrales presentaciones estábamos listos para el plato fuerte de la noche, entre gritos de!!! Cypress, Cypress, Cypress¡¡¡, aparecía en la tarima uno de los mejores Dj´s de la escena, DJ Lord, quien ya había acompañado a Cypress Hill en su gira de 2019 “West Coast Hight Tour”, un privilegio tenerlo en CDMX, fiel a su estilo, abrió con un set de poco más de 10 minutos, ya con el público encendido, aparecía B-Real quien con una enorme peluca afro gritaba “Vamos a pasarla chingon esta noche” al momento que Sen Dog y Eric Bobo tomaban su lugar en el escenario, después de interpretar “Roll it upLight it up, Smoke it up” sonaban los primeros ritmos de “I wanna Get Hight” y los asistente coreábamos “yo quiero fumaaaaar mota” ya no había marcha atrás, la noche ya tenía forma, forma de Hip Hop, “Mi gente ¿Cómo la están pasando? ¿Chingon?
La siguiente son dos canciones en una; decía Sen Dog, para interpretar “Sound of da pólice” y “Pigs”, el ímpetu no bajaba, “Tequila Sunrise” se hacía retumbar, “Illusions” y “Let It Rain” seguían prendiendo al público, un momento muy especial que generó gran emoción a los ahí presentes, fue la interpretación de “Tres Delincuentes” cover de Delincuent Habits, y dos temas más que no podían faltar “Superstar” e “Insane in the brain” y la cereza del pastel fue la interpretación de “Jump around” tema icónico de House of pain. Y fue así como finalizaba una noche que puede marcar al Velódromo Olímpico como una casa para el Rap.