Por: Maggs Granados
Fotos: OCESA / Liliana Estrada

Ante unas 15 mil personas y pasadas las 9 de la noche, aparecería bajo la luz blanca de un reflector, René Pérez Joglar alias Residente del lado izquierdo del escenario. El sonido de una máquina de escribir lo llenaba todo al igual que los gritos de la multitud.

Él bajó las escaleras y se dirigió a un podio que llevaba su nombre: RESIDENTE. Era notorio que hoy sería diferente: René portaba un pantalón formal color azul marino, así como chaleco que hacía juego con camisa blanca fajada y sin abotonar por completo y una gorra que cubría parte de su rostro. Sacudió sus manos frente al podio y tomó el micrófono, caminó de vuelta a las escaleras y lanzó la gorra antes de volver a subir. Se dirigió a la mujer que escribía a máquina y recibió unas hojas. Caminó por detrás de la pantalla y desapareció por un instante. Escuchamos la voz de la señora Flor Joglar, su madre “René, ven, vamos a estudiar…”, todos los ahí presentes exclamaron y gritaron al entender que todo empezaría con RENÉ. Sería así como ahora Residente aparecería del lado derecho, entregaría las hojas a la chica que estaba en el escritorio y tomaría un trago de la botella que ahí encontró, la colocaría en el piso y tras pasar su mano derecha por su cabeza y su cara, al coro de “cabeza, rodilla, muslos, cadera” bajaría las escaleras y llegaría a un segundo podio para comenzar la noche.

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

Después de interpretar aquella canción que en algún momento le salvara la vida y lo hiciera desistir de lanzarse de un piso 25, misma que empezó a gestarse alguna noche previo a presentarse también en el Palacio de los Deportes, supimos que las letras sí importarían, pero no de la manera estricta que a veces pensamos. René mencionó que había decidido iniciar la noche de la manera más incómoda posible y que por eso había elegido esa canción y también dijo “Yo no visto así, pero es como si hubiera venido a mi propio juicio, estoy siendo enjuiciado”. Cabe resaltar que durante la canción descubrimos que la chica a la derecha retrataría cada canción con su arte y que al terminar RENÉ, nos dejaría la imagen de un abismo y a un Residente profundamente conmovido.

Sin más preámbulo iniciamos el recorrido por las canciones que motivaron esta gira “Las Letras Ya No Importan”. Ahora del lado izquierdo sería el turno de EL PECADOR, QUIERO SER BALADISTA, PA’ DIVERTIRME. Sería a la mitad de YO NO SÉ, PERO SÉ que René diría “para para para” y los músicos se detendrían para retomar con un sonido de piano e iniciar RON EN EL PISO, que efectivamente terminó con Residente en el piso junto a su botella y un dibujo de él mismo recostado en el piso con su ron. Acto seguido disfrutaríamos un increíble solo de chelo, que sería la vibrante introducción de BAILE DE LOS POBRES, de esta manera iniciaba el viaje por los sus éxitos con Calle 13. Con tan sólo escuchar la batería se intuía la llegada de NO HAY NADIE COMO TÚ. La irreverencia, la sátira y la fiesta se hicieron presentes y se notó con CUMBIA DE LOS ABURRIDOS. “Estamos vivos y estamos respirando, vamos a demostrarlo con energía, con toda la energía del mundo y esa energía la demostramos saltando… esta primera brincada la vamos a hacer en el nombre de todos los estudiantes de la educación pública gratuita y de calidad de todos los países, como debe ser… en el nombre de todas las personas que se manifiestan, aquí en México también… en nombre de toda la gente que se ha manifestado en contra del abuso en casa, que la esté pasando horrible y a mí no me importa que me cueste nada, porque me ha costado muchas cosas, pero no puede pasar eso acá, en este mundo, mientras estemos viniendo, no puede pasar que maten niños, que maten familias, en nombre de todo eso, de la gente que lucha, que le mete con todo, que no tienen miedo, desde acá desde México, nos fuimos brincando” serían algunas de las palabras que provocarían el desborde de energía de todos los ahí presentes, pero no sería todo, porque también pediría por Valencia y sus damnificados, haciendo énfasis en que su baterista es de allá y que donarán todo lo posible, pero las palabras que nos llenarían el corazón serían “y esta segunda fuerza con la que vamos a brincar, vamos a brincar por México, porque México es un país cabrón, es hermoso, tiene una diversidad musical, historia, todo, es necesario para que exista Latinoamérica, que exista México y es necesaria la fuerza con la que luchan”. Estas palabras serían el preámbulo para recibir ATRÉVETE-TE-TE y previo a un solo de batería EL AGUANTE una de las más coreadas de las noche.

Pero también había espacio para temas más sensibles, como fueron MUERTE EN HAWAII, LA VUELTA AL MUNDO, GUERRA, THIS IS NOT AMERICA y con un solo de guitarra como introducción LATINOAMÉRICA, temas que en su momento también se dedicaron al exterminio de Palestina en la Franja de Gaza, a los conflictos armados en Burkina Faso, a las masacres en el Congo y la Guerra en Ucrania, porque así es esto, no todo es fiesta.

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

Y la calma llegaría para poder escuchar OJOS COLOR SOL, la gente tendría un respiro y de inspiración, porque con un hermoso solo de teclado se abría paso DESENCUENTRO. Cerrando este bloque con QUÉ FLUYA, canción que fuera grabada con Arcángel.

El final se vía venir, sobre todo cuando vimos descender del escenario a Residente para compartir FIESTA DE LOCOS con toda la gente de en frente, lo que provocó un verdadero frenesí para todo su público. Y cuando estaban por rompernos la cabeza llegó VAMO’ A PORTARNOS MAL, que lamentablemente sufrió los estragos de la fiesta, porque varios vasos con cerveza fueron arrojados desde arriba o desde atrás y llegaron hasta la consola, provocando que a media canción perdiéramos el sonido de todos los instrumentos y nos quedáramos únicamente con la voz de René, que en ningún momento bajó su intensidad o seguridad y al recobrar por completo el sonido, terminó de manera increíble la canción.

PROBLEMA CABRÓN y EL FUTURO ES NUESTRO fueran las encargadas de cerrar la noche, la segunda de ellas con esta frase “Por eso la nueva potencia mundial (¡Será México cabrones!)”. Y aunque en algún momento René mencionó “yo no quiero estar aquí muchas veces, pero su energía me hace que sí quiera estar aquí”, así que quedó comprobado lo que dijo durante la noche, la energía de las personas, la buena energía, es muy poderosa.

El obvio regreso al escenario fue acompañado por la oscuridad y los gritos de la gente “René, hermano, ya eres mexicano”, hasta encenderse las luces y escuchar al fondo la voz de Penélope Cruz, quien nos avisaba que el cierre estaría a cargo de 313 y mientras Residente cantaba con mucho sentimiento, en la pantalla podíamos observar el retrato a acuarela del rostro de una mujer, rostro que al final de la canción sería diluido con la humedad del mismo pincel. Estos son los eventos que más disfruto, los inesperados, los sin expectativas, porque son los más honestos y contundentes, los más llegadores y disfrutados, porque nos hacen recorrer y dejar  vibrar, todas y cada una de nuestras emociones.

El pase de diapositivas requiere JavaScript.