Nota y fotos: Mozel Montserrat y Bruce Alexander
Llegó el segundo día del Pal Norte, para ese momento no sentía las piernas, pero mi alma quería música así que hice el mayor esfuerzo para levantarme de la cama y seguir con el segundo día de festival, al llegar la verdad es que todo el cansancio se fue y me active de inmediato, estábamos listos para más bandas, más caminar a los escenarios para alcanzar a las bandas, más festival.
No sabemos cuál fue la situación pero casi nos quedamos sin show de Say Ocean, ellos comenzarán las actividades de este día y a la mera hora los tapatíos anunciaron en sus redes que su show cambiaría de horario y escenario, siendo el último acto del escenario acústico – aunque de acústico no hubo nada – y 10 horas después de lo esperado, siendo a las 23:00 horas el inicio de su presentación.
Pero todo esto les jugó a favor, ya que muchos ni de broma iban a llegar al festival a esa hora por la desvelada del primer día; lo cierto es que, talvez, 300 personas que estaban ahí eran fans totales, fans que prefirieron perderse otros actos por ver a Pako, Piña, Dan y Joseph reventando las tarimas.
Fue una presentación demasiado emotiva e íntima, las canciones «Tennecesito», «Deja de hablar», «Amnesia», entre otras, fueron coreadas. También tuvimos momentos joya protagonizados por Piña, cuando rompió la cuerda de su guitarra y cuando los fans le cantaron las mañanitas pues un día antes andaba de festejo.
Simpson Ahuevo, con su camisa roja y su sombrero, salió al escenario para hacernos “rapear” a todos, le dieron uno de los escenarios pequeños, pero a este rapero de Hermosillo no le importo, pues lo atascó, no cabía ni un alfiler ahí, entre manos arriba y cabezas moviéndose, pasó el tiempo y pasaron las canciones. ¡Qué grande es Simpson!
Desde Berlín, Alemania, llegaron los The Whitest Boy Alive, Erlend, vocalista y guitarrista, de dicha banda, era el ser más feliz en el escenario, la ejecución de estos muchachos fue más que fantástica, no necesitaban más que su hermosa forma de hacer música para cautivarnos a todos, fue de las bandas más esperadas del sábado y de los mejores shows de todo el festival.
Seis años tuvieron que pasar para el regreso de The Kooks a Monterrey, y que mejor forma de hacerlo que en el mismo festival que la vez pasada, en su glorioso regreso a Monterrey, los británicos pusieron a todos a bailar y a sonreír entre canciones con la ya característica presencia del frontman Luke Pritchard.
Qué mejor manera de calentar las bajas temperaturas del segundo día que al ritmo del clásico “Ooh La”. «We are the fucking Kooks» mencionaba Luke, y también se echaba unos pasos chulos para emocionar a la audiencia con un set más largo que el de su última visita, entre las canciones más coreadas tuvimos éxitos como «Junk of the Heart» y «Naïve», mismas que fueron las que cerraron el show.
La noche estaba llegando y con ella llegaba el potrillo, Alejandro Fernández, salió al escenario con tremenda producción, con un traje de mariachi negro, acompañado de sus coristas, En todo momento dio gracias los asistentes y nos hizo saber que estaba más que emocionado de estar ahí después de tanto tiempo; mientras todos cantábamos rolas como «Decepciones», «Duele», » Me Dedique A Perderte», aquello era un tremenda lloradera, entre chela y chela.
La noche y el festival estaban llegando a su fin, pero llegó el momento más esperado del sábado, Tame Impala. La banda regaló un show psicodélico, mamalón dirían en el norte, con imágenes en la pantalla que nos invitaban al viaje y la perdición, y unas luces increíbles, ofrecieron una hora y media de música, donde toda la banda regia y la colada de otros lugares no pararon de bailar temas como «Elephant», «Boderline»»Let It Happen», entre otras.
Así llegamos al último día de este festival, al último día de la magia pero aunque nos da tristeza que después de tanta espera el sueño durará sólo unas horas, es momento de la espera para el siguiente año, nuevo cartel con bandas igual de chingonas.
¡Nos vemos en el Pal Norte 2022!