Por: Óscar Quintero
Fotos: OCESA / Liliana Estrada
El pasado 8 de octubre de 2024, el Palacio de los Deportes fue testigo de una velada vibrante y caótica a cargo de dos grandes bandas que marcaron el ritmo de una noche inolvidable: The Damned y The Hives. Ambos grupos, reconocidos por sus raíces punk y su energía en vivo, brindaron un espectáculo que encendió al público y dejó en claro que el rock sigue más vivo que nunca.
The Damned: Pioneros del punk
The Damned, formada en 1976, se encargó de abrir el show, demostrando por qué son una de las bandas más influyentes del punk británico. Con temas como «New Rose», «Smash It Up» y «Neat Neat Neat», nos recordaron que el punk no solo es música, sino un grito de protesta contra la autoridad y los sistemas políticos corruptos. Su presentación fue un viaje por los himnos de la primera ola del punk, con un set de una hora que dejó a los asistentes coreando cada palabra y reflexionando sobre la rebelión y la lucha por el cambio social.
A pesar de que el audio no fue el mejor para la banda británica, su carisma y energía lograron capturar a la audiencia. La interpretación de «New Rose» fue uno de los momentos más destacados, conectando a los fans con la historia de una banda que sigue siendo relevante décadas después de su debut.
The Hives: Un estallido de energía sueca
Tras la presentación de The Damned, llegó el turno de los suecos The Hives, quienes subieron al escenario con la explosividad que los caracteriza. Con un repertorio que mezclaba éxitos como «Hate to Say I Told You So», «Walk Idiot Walk» y «Main Offender», junto a temas de su reciente álbum The Death of Randy Fitzsimmons. The Hives confirmaron por qué son una de las bandas más queridas del rock actual.
Pelle Almqvist, el carismático vocalista de la banda, no solo se lució con su enérgica presencia en el escenario, sino que también se ganó al público mexicano con un español impecable y varias muestras de agradecimiento. “El concierto más grande de nuestra historia”, afirmó Pelle, haciendo referencia a la magnitud del show en el ‘Domo de Cobre’.
Canciones como «Bogus Operandi» y «Tick Tick Boom» hicieron retumbar el recinto, mientras la banda se entregaba por completo a un público que no dejó de saltar y corear. La conexión entre The Hives y sus fans mexicanos fue innegable, reafirmando el lugar especial que tiene México en la carrera de la banda sueca.
Un concierto para la historia
El show en el Palacio de los Deportes no solo fue una celebración del legado de The Damned y la frescura de The Hives, sino también una demostración de que el rock, en su versión más cruda y enérgica, sigue siendo capaz de movilizar a multitudes. Ambas bandas ofrecieron una noche cargada de actitud y energía, dejando claro que la historia del punk y el rock se sigue escribiendo sobre los escenarios.