Por: Óscar Quintero
La Ciudad de México vibró con la potencia de los motores y el rugir de gigantes de acero. El Palacio de los Deportes se transformó en un auténtico coliseo mecánico para recibir una nueva edición de Monster Jam, el espectáculo sobre ruedas que combina velocidad, precisión y acrobacias extremas.
Desde el primer rugido de motores, la emoción se encendió entre los asistentes, que no dejaron de gritar y aplaudir cada salto y giro de los icónicos Monster Trucks. La noche arrancó con la competencia de velocidad, donde participaron colosos como Megalodon, Monster Mutt, Grave Digger, JCB Digatron, El Toro Loco, Thunderroaurus, Sparkle Smash y Dragón, siendo este último quien se coronó campeón de la primera ronda con una actuación precisa y llena de potencia.
El segundo momento clave fue la competencia de habilidades, en la que los pilotos demostraron que no solo se trata de fuerza, sino de control y técnica. A pesar del enorme peso de estas bestias mecánicas, ejecutaron maniobras impresionantes que arrancaron ovaciones. En esta categoría, Thunderroaurus se llevó los reflectores con un movimiento espectacular que dejó al público con la boca abierta.
Entre competencias, el ritmo no decayó: un show intermedio de motocross mantuvo la energía en lo más alto con saltos, giros aéreos y acrobacias que hicieron levantar a todos de sus asientos.
La noche cerró con el momento más esperado: el freestyle, donde cada Monster Truck tuvo la oportunidad de brillar y mostrar su estilo único. Saltos extremos, giros imposibles y acrobacias llenas de adrenalina hicieron vibrar cada rincón del recinto.
Este show, con una trayectoria legendaria en Estados Unidos, ha conquistado una vez más al público mexicano. Y si estuviste ahí, sabes que no hay nada igual a sentir el estruendo de un Monster Truck a pocos metros de distancia.
