Por: Maggy Granados
Fotos: OCESA/Santiago Covarrubias
La noche del viernes 25 de octubre, un encuentro de “dos mundos” se dio cita en el Auditorio Nacional, Mocedades y su “Erestour”, acompañados del Mariachi Vargas de Tecalitlán, dieron muestra de por qué se mantienen en el gusto de la gente, noche sin duda nostálgica.
Con un retraso de más de 20 minutos, la noche comenzó con un espectáculo dancístico con tintes históricos, que incluyó un poco de folklore español, con gran contenido de folklore mexicano. La idea era muy clara, limar cualquier aspereza que pueda existir entre ambas naciones, al menos en lo musical y dejar de manifiesto que la agrupación siente mucho cariño y respeto por su público mexicano.
Fabulosamente acompañados por el Mariachi Vargas de Tecalitlán y un grupo de bailarines, la presentación de Mocedades inició con el “Son de la Negra”, momento que, sin lugar a duda, fue dominado por nuestro Mariachi. Insisto, toda la noche me pareció un momento de sumo respeto para la música mexicana, pero esto sólo sería el principio de la noche.
El Mariachi cedería el escenario al quinteto español, para que acompañados de su banda iniciaran su recorrido musical con “El Vendedor”, canción que daría paso a “Charango”, canciones que fueron perfecto preámbulo de “Tómame o Déjame”, uno de los primeros grandes éxitos que sonó para beneplácito de los ahí presentes.
El público se emocionaba en cada canción, pude notarlo en los rostros de varias personas de la tercera edad que aplaudían y cantaban sumamente emocionadas, finalmente la música estaba haciendo lo suyo, conectar. Así que Mocedades nos regaló un estreno e interpretó por primera vez en México, su más reciente sencillo titulado “Peregrina”, canción que fue muy bien recibida.
Llegaría el turno para “Desde que tú te has ido”, canción llena de nostalgia para muchos, para después recibir a “Secretaria”, canción de aquel 1976. Pero uno de los momentos más coreados sería “Quién te cantará”, canción que tiene múltiples versiones en diferentes ritmos y géneros.
Los éxitos no paraban y “Dónde estás corazón” hizo su aparición, momento que Mocedades aprovechó para que la gente demostrará su gusto por la canción coreándola a todo pulmón. “La otra España” anunciaba que se acercaba el primer final de la noche. “Le llamaban loca” preparaba la recta final y entonces “Amor Hombre” llegó con sus notas a invadir el Auditorio, todos y cada uno de los presentes cantaba, me incluyo.
Y así volvería al escenario, para adueñarse de él, el Mariachi Vargas de Tecalitlán con “Viva el Mariachi”, momento en que centré mi atención en Don Arturo Vargas, guitarra y voz extraordinaria de esta agrupación y no con esto digo que los demás no sean sumamente talentosos, es que esa noche nos cautivó con su interpretación de “El Pastor”, momento que incluso nos hizo derramar lágrimas con él y que ameritaría una ovación de pie de todo el público. También hicieron un recorrido por ciertos éxitos del maestro José Alfredo Jiménez y mi momento personal favorito, fue cuando interpretaron “El Cascabel”. En verdad me disculpo por no tener el detalle de todas y cada una de las canciones que interpretaron, pero los disfruté como nunca y dejé de anotar.
Tal y como sabíamos que ocurría, Mocedades regresaría para interpretar a dúo con el Mariachi Vargas de Tecalitlán: “México en la piel”, para luego cantar “Cielo Rojo” y “No Volveré”. Aunque el verdadero cierre sería “Eres tú” en una preciosa versión con mariachi, donde también les acompañaría Don Arturo Vargas.
Sí me gustaría mencionar un par de cosas al final: la voz de Rosa Rodríguez es impresionante, sumamente profunda y poderosa, sin duda la médula de Mocedades en este momento y tampoco podré olvidar los desafortunados comentarios de José Miguel Robles sobre los alemanes, comentario completamente fuera de lugar. Así que, por esta ocasión y creo que por siempre, ¡Qué Viva El Mariachi!