Por: Amaury Berdejo
Fotos: OCESA / Lulú Urdapilleta
Después de una trayectoria incansable que inició en 1999 y conquistó la década del rock en español de inicios de este siglo, para después tener un descanso entre 2014 y volver de manera triunfal en 2022, Los Búnkers regresaron a México, después de haber regresado por la puerta grande en el Vive Latino para reafirmarse como una de las bandas de rock más vigentes en 2023.
Una noche lluviosa en la Ciudad de México no fue obstáculo para que los seguidores de la banda se congregaran en el «Coloso de Reforma» para cantar al lado de las estrellas chilenas cuya música nos ha acompañado desde hace dos décadas.
Desde el primer acorde de «Miéntele», Los Búnkers establecieron una conexión especial con la audiencia.
El público conocía las canciones, pero más allá de eso, las cantaba con el sentimiento que corresponde al soundtrack de tus recuerdos.Temas emblemáticos como «Yo sembré mis penas de amor en tu jardín» y «Quién fuera» hicieron vibrar el recinto, mientras que las versiones de Silvio Rodríguez como «Ángel para un final» y «El necio» añadieron un toque nostálgico y emotivo.
El repertorio del concierto fue bien seleccionado, abarcando todas las etapas de la banda y brindando momentos para el recuerdo. Canciones como «Deudas», «La velocidad de la luz» y «Fantasías animadas de ayer y hoy» mantuvieron la energía en su punto más alto, mientras que los momentos acústicos con temas como «Pequeña serenata diurna» y «La exiliada del sur» mostraron la versatilidad y la sensibilidad artística de Los Búnkers.
El grupo supo cómo mantener el ritmo y la atención del público en todo momento. Los momentos más emotivos llegaron con la interpretación de «Si estás pensando mal de mí», donde la voz del Álvaro demostró que sigua manteniendo su calidad al paso de los años. Otros momentos destacados incluyeron «Nada nuevo bajo el sol» y el poderoso himno «Ahora que no estás».
El encore fue el clímax perfecto para una noche increíble. «Canción para mañana» y «Llueve sobre la ciudad» generaron el último golpe de energía con la audiencia, para después cerrar con «El necio» y «Miño», los broches de oro para despedir a la banda después de un magnífico recorrido por su carrera y sobre todo, de una calidad de interpretación que se agradece.