Por: Óscar Quintero
La Ciudad de México está a punto de recibir una descarga de ritmo, conciencia y buena vibra. Golden Ganga, la banda originaria de Zapopan, Jalisco, celebra dos décadas de trayectoria musical con un concierto muy especial el próximo 6 de junio en el Teatro Metropólitan, un escenario perfecto para compartir la esencia de su llamada “música libre”.
Fundada en 2005 por el cantautor Adán Núñez, Golden Ganga ha construido un estilo único que fusiona hip hop, reggae, dancehall, afro beat, soul, bossa nova, rock y jazz. Más allá de las etiquetas, su propuesta ha cruzado fronteras con fuerza: primero conquistaron a México y Latinoamérica, y luego a públicos de Estados Unidos, Canadá y algunos países europeos. Y lo han hecho siendo fieles a su mensaje de resistencia, conciencia social y alegría.
Este show en la capital será un recorrido por lo mejor de sus 20 años, con todos sus integrantes en escena, invitados especiales y algunas sorpresas, incluyendo la grabación de material para un documental que conecte aún más con su comunidad de seguidores. La banda promete una noche cargada de emoción, energía y esa conexión tan especial que tienen con su público.
Durante una charla con medios, Golden Ganga compartió con serenidad un episodio reciente que los relacionó con Billie Eilish, a quien acusan de haber tomado inspiración de una de sus canciones. Lejos del drama, el grupo toma el asunto con filosofía, y lo ve como una coincidencia artística más que como un conflicto. “Nosotros estamos enfocados en lo nuestro, en seguir haciendo música con propósito”, dijeron.
Y ese propósito también incluye el compromiso con causas ambientales. En su música —y en su activismo— han promovido acciones como plantar árboles y generar conciencia ecológica. Para ellos, la música es una herramienta para transformar, inspirar y construir un mejor entorno. “Hoy más que nunca hace falta conciencia, y creemos que llevar ese mensaje con música puede marcar la diferencia”, comentaron.
Golden Ganga llega al Metropólitan con un show que promete ser más que un concierto: será una celebración, una manifestación de alegría colectiva y una reafirmación de que la música libre, cuando nace del alma, no conoce fronteras.
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