Hacer ejercicio no es producto de una moda reciente, el deporte tiene al menos dos aspectos que lo hacen una actividad que trasciende lo físico para ser también una experiencia cultural; la tradición y el contexto. Por una parte, los diferentes deportes y sus transformaciones son ya un producto, cultural, y por otra parte, los espacios donde se llevan a acabo permiten que también sea una actividad que promueve el desarrollo cultural.

Imagina que vas a un gym en la Condesa, un lugar lleno de parques, espacios de esparcimiento, cafeterías, galerías y exposiciones. Ese tipo de estímulos cambian la forma en la que haces ejercicio, ya que no sólo generan un ambiente mucho más relajado para hacer tus actividades, además te permiten construir nuevas experiencias y conocer nuevos lugares y espacios que cambian la percepción de lo que te rodea.

Por otra parte, la propia tradición del deporte lo hace un producto cultural en sí mismo. Disciplinas de artes marciales como el karate o el taekwondo, son consecuencia milenaria de tradición y difusión alrededor del mundo, con cada región aportando algo específico a la forma en la que se lleva a cabo. Varios aspectos de estos deportes son arte, en el sentido estricto de la palabra, y los propios rituales y ceremonias que involucran son ritos ceremoniales únicos en su tipo.

Por lo tanto, el deporte es una forma más de absorber y producir cultura, de desenvolverte con el ambiente y cambiar la forma de pensamiento. Así que la próxima vez que salgas a ejercitarte, toma en cuenta el lugar en el que lo llevas a cabo; o si, por el contrario, estás pensando en realizar algún deporte, considera alguna opción, que además de saludable, sea interesante.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.