Nota por: Ángel Santillán
Fotos por: David Casarrubias

Pocas veces se puede presumir lo inimaginable, lo que está fuera de conciencia y de la poca probabilidad de ocurrir debido al margen del tiempo y el transcurso de los años.

Eliades Ochoa registró una nueva visita a la Ciudad de México en el Teatro Metropólitan para compartir con su gente su don, su talento, su son para bailar en éxitos afamados por la Buenavista Social Club en covers de sus amigos y colegas, así como también de su propia autoría como solista, en una noche en la que también resaltaría la primera presentación de una nueva producción independiente por parte del cubano lanzada este mes titulado Vamos a Bailar un Son.

«¡Bienvenido a casa, Eliades!«, le gritaba un hombre entre el público luego de haber escuchado las palabras de Eliades al anunciarnos que México sería el primer lugar en escuchar en directo los sencillos y al recalcar la hermandad que existe entre ambos países como Cuba y México, sobre todo en lo musical.

Dentro de un ambiente cálido y agradable, Eliades Ochoa compartió historias detrás de cada tema y de cómo estructuró cada lírica por medio de esas historias que parecían muy amenas, como contadas por parte de un familiar muy cercano, aquel que te plática sus aventuras de vida junto a sus amigos y seres amados en su pueblo natal.

A pesar de no lograr llenar el siempre espectacular Teatro Metropólitan, el cual lucia a la mitad de su capacidad, no fue impedimento alguno para sentir la verdadera alma del son cubano con una selección de canciones que incluyo dos covers a Compay Segundo (Saludo Compay y Chan Chan), un cover tributo a Agustín Lara (Como la nube se impone al sol) de quien dijo ser «uno de los mejores artistas que existió en el mundo«, y covers a Guillermo Portabales y Luis Marquetti que fueron afamados por la Buenavista Social Club (El Carretero y El Cuarto de Tula, respectivamente).

Con un talento irrefutable al requintear su guitarra, la cual nunca soltó durante todo el show, así como con su característico sombrero, el canta-autor cubano Eliades Ochoa enmarcó de nueva cuenta que a sus 73 años se mantiene vigente en medio de los nuevos géneros, la tecnología y el uso de instrumentos análogos.

Muy pocas veces se puede presumir de admirar y poder haber visto en vivo a una leyenda en plena acción, un hombre que sigue dejando huella en las bases clásicas de la música latina. Larga vida a Eliades Ochoa.

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