Por: Oscar Sánchez
Fotografías: Sofía Cedeño Sánchez
Disco Balkan cumplió 7 años de trabajo, 7 años de difundir e impulsar las propuestas artísticas, culturales del este de Europa en México y para celebrarlo, organizó una fiesta de música y algarabía balcánica.
El Salón Los Angeles, ubicado en la colonia Guerrero, recibió La noche del sábado 7 de noviembre a una ola de artistas dedicados a hacer resistencia a través de la música y la danza.
Fanfare Ciocarlia, Triciclo Circus Band, Noir Manouche, La Furia con Lujuria Sonidera, Orquesta Basura y Dj Blacky, se encargaron de ponerle ritmo y color a la noche.
La velada comenzó alrededor de las 19:40 de la noche, cuando los asistentes comenzaron a vibrar con los ritmos y coreografías de Noir Manouche, sus particulares y bien ejecutados temas transportaron al público a ese mundo del Gypsy Jazz y las primeras pinceladas gitanas comenzaban a circular por el salón.
Las bebidas poco a poco refrescaban las gargantas y las almas comenzaban a entrar en calor; entonces el escenario, los aplausos y los gritos recibieron a la banda más apestosa del mundo, La Orquesta Basura.
Su actuación se llevó acabo en medio del griterío y el baile, consecuencia de su inconfundible humor, frescura y talento sobre las tablas.
La pila del público y el talento de los artistas ya eran una realidad. La noche avanzaba y desde Oaxaca, llegaba La Furia con Lujuria Sonidera, para mostrarle a la Fanfare Ciocarlia que en México también se hace buena música.
Estos Djs y productores manipularon y mezclaron sonidos folklóricos como los hechos por la bandas de viento de la sierra, generando en los asistentes las ganas de zapatear y sacar brillo a la pista –como dictan los cánones-. Es así como por un instante la noche balcánica dedicó unos minutos a los sonidos hechos en México, los sonidos de la cumbia.
El público ya estaban en sintonía, los técnicos preparaban el siguiente acto, se trataba de Dj Blacky, quien además de crear algunas mezclas bien logradas, agradeció el apoyo recibido para mantener su proyecto, Disko Balkan.
Los beats y las bebidas comenzaban a animar más y más a la gente, que a pesar de los intensos bailes previos, esperaban con ansia a la Triciclo Circus Band.
Después de un breve intermedio, las caras pintadas y las narices de payaso llegaban al escenario, en medio del escándalo, la banda originaria del D.F. llegaba por fin para prender aún más la velada.
Triciclo Circus Band, presentó sus mejores rolas atascadas de folk del mundo, tarantela, polkas, gypsy, valses franceses.
Después de compartir algunos temas con La Furia con Lujuria Sonidera, La Orquesta Basura y Pato de Maldita Vecindad, El Triciclo cerró su participación en medio de la euforia y entusiasmo.
Las condiciones estaban más que puestas para recibir a la banda rumana, tuvieron que pasar alrededor de 20 minutos para que el hecho se consumara y la Fanfare Ciocarlia comenzaba su participación.
Cada tema, cada melodía, cada interpretación estaba plagada de energía y de pronto un pedazo de la colonia Guerrero se convirtió en un carnaval circense y errante.
Por un instante el sonido del barrio se vio opacado por los instrumentos de viento y el carnaval rumano invadía el cuerpo y las mentes de los asistentes. Nadie quería perderse este momento, nadie quería dejar de bailar.
Cada tema era más intenso que el anterior y aunque los pies dolían, el ánimo por bailar no cesó.
Es así como en medio del entusiasmo, el sudor y el color de la música, la Fiesta del 7º Aniversario de Disko Balkan llegó a su fin.
GALERÍA FOTOGRÁFICA POR SOFÍA CEDEÑO