Por: Óscar Quintero
Fotos: OCESA / Laura Villegas
Una noche íntima pero poderosa se vivió en el Foro Puebla con la visita de Clap Your Hands Say Yeah, banda pionera del indie rock que, aunque nacida en Brooklyn y Filadelfia, encontró una segunda casa entre el entusiasmo y calidez del público mexicano.
Desde que las luces bajaron y Alec Ounsworth tomó el escenario, la energía en la sala se transformó. El recinto, pequeño en dimensiones pero inmenso en atmósfera, se vio completamente repleto por fans que coreaban cada palabra y dejaban que el ritmo los arrastrara sin resistencia.
Canciones como «Satan Said Dance», «Is This Love?», «The Skin of My Yellow Country Teeth» y la inconfundible «Clap Your Hands!» fueron parte de un setlist que no decepcionó a nadie. Cada acorde, cada riff, cada susurro salido de la voz inconfundible de Ounsworth, construyó una experiencia sonora que hizo mover cuerpos y agitar memorias.
Entre tema y tema, Alec no solo agradeció el cariño de sus seguidores, sino que también compartió su amor por la Ciudad de México. “Es una ciudad increíble. ¿Qué lugares me recomiendan visitar?”, preguntó sonriente al público, recibiendo de vuelta una lluvia de recomendaciones y aplausos. La conexión fue inmediata y genuina.
Clap Your Hands Say Yeah no solo ofreció un concierto: ofreció una comunión entre artista y audiencia, entre nostalgia y presente, entre sonidos que marcaron una generación y emociones que siguen siendo universales.
Esta parada en CDMX forma parte de una gira que los llevará por distintos puntos de Latinoamérica —como Brasil, Chile y Argentina— además de varias fechas en Europa. Si tienes la oportunidad de verlos en vivo, no la dejes pasar. Hay pocas bandas que logran combinar euforia y melancolía con tanta elegancia y honestidad. Clap Your Hands Say Yeah lo hace, y lo hace con maestría.