Por: Diana Cruz
Fotos: OCESA/Lulú Urdapilleta 

Alejandro Sanz, icono español de la música, que alcanzó gran popularidad en México en los años 90’s, nos demostró una vez más por qué ha sido un parteaguas para la industria de la música en español.

La noche del pasado jueves, tuvimos la oportunidad de presenciar uno de los shows más emotivos de este año y el Auditorio Nacional fue el recinto ideal para el espectáculo, además de ser sede de hasta ayer, 49 shows del cantante oriundo de Madrid.

Los asistentes no pudimos evitar emocionarnos hasta las lágrimas, cuando Alejandro Sanz entró al escenario en punto de las 21 h.

Las emociones y el cariño por el cantautor se hicieron presentes sobre todo, cuando interpretó sus grandes éxitos como «El alma al aire», «Amiga mía», «Cuando nadie me ve» y «Corazón partió», entre muchos otros más.

Las fans mexicanas se hicieron notar repartiendo papelitos con los colores de la bandera que iluminaron el Auditorio Nacional, cuando Sanz entonó «Mares de Miel».

Reflejo de su carrera y de lo significativo que ha sido nuestro país para él, Alejandro Sanz aprovechó la oportunidad para agradecer y expresar su sentir por los mexicanos; «da igual si es el 49 o el 57, este es su concierto, así que disfrútenlo, va por ustedes. ¡Viva México! Los quiero un chingo», fueron las palabras que dedicó a su público.

El momento de la noche, sin duda el más memorable, fue cuando invitó a nuestros paisanos Alfonso Arreola y a la hermosa, talentosa y guerrera, María Elena Ríos a interpretar junto a él, (el bajo y saxofón respectivamente) durante la canción «Cuando nadie me ve».

Al final, Alejandro Sanz recordó aquella primera vez que piso nuestra tierra; «fue amor a primera vista», expresó, y nosotros no podríamos estar más de acuerdo, desde el día uno el amor ha sido mutuo y esa magia se sintió en esta primera noche.