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“Muertos de Dia”, un festival dedicado al rock-Indie gracias a Los Blenders

Por: Paulina Sánchez
Fotos: OCESA / César Vicuña 

Muertos de Día: el ritual sonoro que revive el espíritu independiente

En el 2010, Los Blenders decidieron celebrar la música independiente con un evento que pronto se convirtió en culto: «Muertos de Día». Aquel primer encuentro fue más que una tocada;  ue una plataforma donde las bandas emergentes encontraban eco entre oídos curiosos y corazones afines. Por su escenario pasaron proyectos que hoy son referentes —como Bratty, Surf Curse y los propios Blenders—, confirmando que lo alternativo también puede ser contundente.

Ahora, casi una década después, Muertos de Día resurge en el Pabellón Oeste, el 8 de noviembre fue una fecha imperdible para los fans de los Blenders. Con un cartel que parece tejido por la amistad y la historia compartida, el evento reunió a Aiko (Madrid), Margarita Siempre Viva (Medellín), The Red Pears (California), junto a nombres esenciales de la escena mexicana como Belafonte Sensacional, Sgt. Papers y, por supuesto, Los Blenders.

Cada banda representa una historia entrelazada por colaboraciones, giras y afinidades que desafían el algoritmo y celebran lo humano detrás de la música.

Para Los Blenders, este no fue sólo un show grande. Es un gesto simbólico: el de una banda que nació del circuito DIY y hoy utiliza su visibilidad para abrir espacio a nuevas voces. En lugar de apostar por nombres seguros, eligieron el riesgo de la diversidad: un mosaico que refleja la vitalidad del nuevo pop alternativo iberoamericano.

La noche del sábado culminó con una explosión de energía a cargo de los creadores del evento: Los Blenders. Entre canción y canción, la banda no dejó de agradecer a su público, que permaneció firme, cantando y bailando hasta el último acorde. El público respondió con saltos, coros y sonrisas, haciendo vibrar cada rincón del recinto.

Fue un cierre caótico, intenso y glorioso, de esos que te dejan con la garganta ronca y el corazón latiendo al ritmo del garage surf más frenético de México. Nadie se fue con las manos vacías: todos salieron satisfechos, empapados de música y adrenalina pura.

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