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“LA HISTORIA TAN BONITA” DE ANDRÉS OBREGÓN

Por: Maggs Granados
Fotos: OCESA / Santiago Covarrubias

El pasado sábado 22 volvimos a las andadas y fue nada más y nada menos que en el Pepsi Center, con el cierre de la gira del casi treintañero Andrés Obregón.

Con toda honestidad, una vez más llegué casi en blanco a este concierto, es decir, sin prejuicios ni expectativas, pero con el deseo de ser gratamente sorprendida y ¿qué creen? ¡No me equivoqué! Aunque intento no tener prejuicios por los géneros, no estaba segura de que el pop me volviera a conquistar y lo hizo.

La noche inició acompañada por la voz de Marilia Monzón, cantante española que en su momento destacó por su participación en Operación Triunfo, pero que esa noche aprovechó para estrenar “Agua Bendita”, su más reciente sencillo.

Y así, ya bien calientitos, a las 8:45 pm Andrés Obregón nos dio la bienvenida a su multiverso, hablándonos un poquito de su visión de la vida mediante un vídeo que abarcaba todo el escenario y ante los gritos de sus fanáticas y bajo luces rojas y moradas, apareció portando su guitarra acústica para iniciar con La Leyenda, canción de su más reciente EP “Lo Que Más Quiero”.

El oriundo de León, Guanajuato, hizo un viaje por su repertorio musical que iba y venía entre el desamor, el amor y las historias de vida con: Alguien Más, Sólo Sé, Mirarte Más y ¿Quién Soy?, para llegar a uno de esos momentos que disfruté mucho, que fue verlo sentado frente al piano para interpretar La Historia Tan Bonita. Nota a nota Andrés se hacía dueño del recinto donde alrededor de unas 6mil personas corearon todas y cada una de sus letras. Nada mal la escalada de un Teatro Metropólitan en 2023 a un Pepsi Center en 2025.

Obvio existió el momento en que Andrés brindó con su público sosteniendo un vaso con mezcal, bebida que el público pedía que bebiera de golpe, pero que él comentó que se saborea y se respeta. Lágrimas Cayendo y Días Buenos, Días Malos fueron las teloneras del momento acústico, el momento íntimo de la noche, momento en que se simuló una fogata, momento que platicó que vivió en su momento, cuando sólo cantaba sus canciones para las personas que se sentaban alrededor. Y así llegaron ¿A Dónde Vas?, Tal Vez Me Leas y una de sus rolas más reproducidas que es Sin Maquillar, canción que recomendó para dedicar al ser querido y para cerrar este bonito bloque con La casa de mis papás, momento en que se reflexionó sobre los lugares seguros y como no siempre los valoramos.

Un giro inesperado tendría la noche, al escenario llegaría el dueto “Los Rumberos” para obviamente interpretar junto con Andrés Igual Me Aviento, que nos puso a bailar con y sin pareja, para que llegara la muy esperada Pausa. Como siempre, no pude evitar observar alrededor y notar que la gran mayoría de fans de la noche eran mujeres, que iban muy bien acompañadas por sus amigas o parejas, parejas que se rifaron tomando los vídeos o abrazando en el momento indicado, bien por todos ellos. Otra Puerta, Adiós, Buen Viaje, Raro y mi favorita de todas Nacimos Rotos, inundaron el escenario del Pepsi Center y robaron gritos y cantos a todo pulmón. La Última Canción y Algo Bonito fueron anuncio de que la noche llegaba a su fin.

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El rápido regreso al escenario no se hizo esperar y fue para Andrés cantara Paulina, nombre de la chica que es el personaje de su anécdota justo en el Pepsi Center disfrutando un concierto de Bacilos y justo el cierre de esa historia fue La Historia Está Completa, que manera de cerrar un círculo. Y el punto final llegó con Mar y Bosque
y la inolvidable foto del recuerdo con todos los músicos y con todo su equipo técnico.

A la mitad de mis cuarentas les puedo decir que no me es muy sencillo escuchar música nueva, pero me encantan las aventuras y más las musicales y me fascina salir contenta y con ganas de escuchar más y creo que Andrés apenas empieza. Gracias de corazón a los chicos de la consola que me facilitaron el setlist para llegar a esta nota.