Por: Óscar Quintero
Fotos: OCESA / Santiago Covarrubias
La noche del viernes en el Pepsi Center WTC tuvo algo especial: se sintió como una celebración colectiva, una especie de reunión donde la nostalgia ochentera se abrazó con la frescura del presente. El responsable de esa magia fue Clubz, el dúo regio formado por Orlando Fernández y Coco Santos, que presentó en la Ciudad de México su esperado tercer álbum, Radio Kono.
Siete años pasaron desde Destellos (2018), un silencio largo que acrecentó las expectativas de sus seguidores. Y vaya que valió la pena la espera: Radio Kono, lanzado en abril de este año, no solo consolida el estilo retro-futurista de la banda, sino que también muestra la madurez de dos músicos que han sabido darle un giro fresco al indie mexicano, al mismo tiempo que honran esa nostalgia de sintetizadores, guitarras y beats que invitan tanto al baile como a la introspección.
La velada estuvo marcada por un setlist que brilló con canciones nuevas como “Cinema Terror” y “Splendido”, sin olvidar himnos que ya forman parte del ADN de sus seguidores, como “Áfrika” y “Popscuro”. Cada acorde fue recibido con gritos y coros, recordando que Clubz no solo se escucha, también se vive en comunidad.
Uno de los momentos más celebrados ocurrió cuando Santiago Casillas, vocalista de Little Jesus, subió al escenario para interpretar “Fútbol Rock”, encendiendo al público en un coro unísono. A esa fiesta se sumó también María Torres, de Disco Bahía, quien a pesar de un percance con el micrófono encontró en los asistentes el mejor respaldo: miles de voces que la acompañaron hasta el final. Y como broche de oro, Kirnbauerde apareció en “Cortes Mordenos”, demostrando que la escena indie mexicana es más fuerte cuando se une sobre un mismo escenario.
Pero más allá de los invitados, luces y visuales, lo que quedó claro anoche fue que Clubz está en su mejor momento. Lo que empezó en 2014 como la complicidad de dos amigos, hoy es un proyecto que ha logrado evolucionar hasta convertirse en referente de una generación que encuentra en su música un espejo emocional y un refugio bailable.
El Pepsi Center fue testigo de un Clubz más grande, más sólido y con la fuerza suficiente para pisar escenarios aún mayores. Sus fans lo saben: Radio Kono no es solo un disco, es una etapa renovada de una banda que seguirá marcando la memoria musical de quienes la escuchan. Y quienes estuvieron ahí anoche, lo confirmaron con cada coro y cada ovación: Clubz llegó para quedarse, y su brillo apenas comienza a expandirse.
