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La adicción que necesitas

Stavroz prepara un ritual sonoro en CDMX con «Take A Seat»

Por: Óscar Quintero

La cuenta regresiva ha comenzado: Stavroz, el enigmático cuarteto belga que ha conquistado al mundo con su fusión entre lo electrónico y lo orgánico, llegará el próximo 6 de noviembre al Foro Puebla con un espectáculo que promete ser mucho más que un concierto: una invitación a detener el tiempo y sumergirse en un viaje sonoro hipnótico.

México será testigo privilegiado, pues la banda presentará en vivo su nuevo álbum, Take A Seat, que verá la luz este 17 de octubre y que cuenta con la colaboración del aclamado artista australiano RY X. Como anticipo, ya suenan con fuerza los sencillos “Para Rio” y “Lilac”, piezas cargadas de melancolía, sensibilidad y un pulso íntimo que revela la faceta más emocional de la agrupación.

Detrás de “Para Rio” se esconde una historia entrañable: fue escrita para la hija de uno de los integrantes, donde Stavroz logra combinar instrumentos acústicos con texturas electrónicas capaces de transmitir cercanía y calidez, como si cada nota abrazara al oyente.

De Bélgica al mundo, con parada en México

Lo que comenzó en los clubes y estudios de Bélgica se ha transformado en una propuesta global. Stavroz ha editado en sellos como Moodfamily y Laut & Luise, llevando sus sonidos a escenarios de Europa, Estados Unidos y Asia. Ahora, dentro de su gira internacional 2025–2026, México se convierte en un punto clave de esta travesía sonora.

El Foro Puebla será el espacio perfecto para que el público mexicano viva la esencia del cuarteto: atmósferas expansivas, beats hipnóticos y una inmersión emocional que desdibuja la frontera entre lo humano y lo electrónico.

Boletos ya disponibles

La espera terminó: los boletos ya están a la venta en las taquillas del inmueble y a través de Ticketmaster. Si lo tuyo es perderte en un viaje musical donde la intimidad y la electrónica dialogan como nunca, esta es tu cita.

El 6 de noviembre, Stavroz no solo tocará música: abrirá portales hacia un universo en el que sentarse, respirar y dejarse llevar se convierten en un acto de celebración colectiva.