Por: Ángel Santillán
Fotos: Óscar Villanueva Dorantes (OVD) / Cortesía
The Charlatans regresaron a la Ciudad de México para brindarnos un poco del movimiento Madchester con el Brit Pop tan característico de Reino Unido. El Plaza fue el punto de encuentro para fanáticos aguerridos (y otros no tanto) esperando escuchar las peticiones que les hacían llegar a gritos a la banda.
La lluvia era torrencial afuera, quizá pudo ser un factor para que el venue no tuviera la asistencia que una agrupación como The Charlatans mereciera. Y quizá también por eso las entradas de los tickets disminuyeron casi a un 70% de su costo; aunque ya desde días antes se anticipaba la poca asistencia con días en 2×1. Quizá sólo sea el hecho de la poca cultura del movimiento Madchester y sus héroes involucrados en los 90’s.
¿Quién sabe? Pero los pocos que pudimos apreciar el show, la pasamos realmente increíble.
Ver a Tim Burgess en acción y al frente, con esos movimientos y fachas tan características del Brit Pop, y con una voz tan fresca que se mantiene como en sus inicios, fue simplemente espectacular. También Mark Collins en esos solos de guitarra, a Martin Blunt con ese bajo potente, a Peter Salisbury en la batería con mucha clase y que originalmente es integrante de The Verve. Y el mejor músico sobre es escenario, o al menos el que más me impactó a mí, Tony Rogers en los teclados, pianos, órgano y coros; siendo pulcro, sólo rotando sobre sus instrumentos y dándole el soul tan característico a The Charltans.
Los fanáticos, quienes en su mayoría pasaban los 40 años, hicieron conexión con Tim Burgess que levantaba los brazos e incitaba al público a unirse en su canto. Sacaba su celular y tomaba fotos para subirlas a sus redes sociales.
The Charlatans, después de aquel 2015 que se presentó en el festival Corona Capital, retornó a México, ahora con un nuevo material bajo el brazo, llamado Different Days del cual tocaron algunos temas, y por supuesto deleitaron con clásicos inolvidables como One To Another, Let The Good Times Never Ending, Can’t Get Out Of Bed, The Only One I Know y Come Home Baby, en un concierto fantástico de una banda a la que la vida le ha sido muy injusta a diferencia de otros nombres del Madchester como The Stone Roses, Suede o Happy Mondays.