Isabel “La Coca” Sarli es la favorita en la mesa de los argentinos. Su imagen ha sabido encantar al mundo entero, incitando a soñar cómo sería una noche a solas con ella. Pero TCM sabe que una noche no es suficiente y por eso pondrá en pantalla el Especial SIN COCA NO HAY PARAÍSO, desde el lunes 12 hasta domingo 18 de febrero a partir de las 8:00 PM. Durante cada jornada se emitirán cinco títulos de su carrera con historias de carne, fuego, tentación, embrujo, fiebre, furia y una enorme diosa impura.

Descubierta por su pareja Armando Bo (“el único, el hombre de mi vida”), la curvilínea Isabel colmó los cines de ávidos adolescentes de todo el continente, desde Argentina hasta los Estados Unidos y, posteriormente, en todo el mundo. Supo capitalizar su potencial alcanzando el éxito internacional; al punto que, en la década del 60, conquistó a los jóvenes con su aparición en la revista Playboy.

Así, se dio a conocer como “La bella salvaje de las pampas” o “la higiénica”, un apodo que ganó a fuerza de bañarse desnuda en todas sus películas. Desde sus comienzos en El trueno entre las hojas (1956), en la se sumerge en el primer desnudo real del cine argentino, la Coca no dejó de ducharse o nadar sin ropas a lo largo de su carrera.

Sus films, algunos de ellos todavía hoy escandalosos, sufrieron ataques constantes de la censura de turno. La crítica, por su parte, solía ser feroz con esos productos de Bo y Sarli, que parecían tener tanta relación con el mejor melodrama como con el sexploitation más barato. Lo que es innegable, más allá de críticos y censores, es el aura natural de la Coca que brilla esplendorosa en el celuloide.

Entre ingenua y fatal, enfundada en vestiditos cortos y botas altas (diseñados por Paco Jamandreu, uno de los modistos preferidos de Eva Perón), con escotes desmedidos y exuberantes tapados de piel, corriendo hacia el agua o revolcándose en la arena o la nieve, Sarli nunca deja de ser una estrella, y de las más grandes y exitosas del cine argentino.

“¿Qué pretende usted de mí?”, pregunta ella con falsa ingenuidad. Exageradas, gigantes, irresistibles, las virtudes sensuales de Isabel Sarli la hicieron una bomba latina desde mucho antes de que existieran las bombas latinas.

La Coca Sarli es pasión, es obsesión prohibida, es diosa de la fertilidad, es atracción sin salida. No hace falta disimular.

Somos lo que admiramos, somos lo que deseamos. Sin Coca no hay paraíso.

2 comentarios en «TCM PRESENTA EL ESPECIAL: SIN COCA NO HAY PARAÍSO»

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