Por: Oscar Sánchez
@El_Voice
Uno de los músicos más celebres de la escena del rock progresivo, Steven Wilson, está de visita en la ciudad de México y este viernes 11 de marzo ofreció el primero de dos recitales en el Plaza Condesa, el recital es parte de su Tour 2016 y para promocionar su más reciente trabajo 4 ½, material intermedio entre su disco pasado Hand.Cannot.Erase y su próximo material en proceso de producción. Endorfina Cultura se dio una vuelta por allí y acá está la reseña de lo que pasó.
La noche fresca envolvía las calles de la colonia Hipódromo Condesa, la banda poco a poco atendía al llamado del viernes, disfrutar de un rato de virtuosismo musical, acciones atrevidas y libaciones etílicas. Los clásicos tañidos de los vendedores ambulantes adornaban las afueras del recinto, oráculos -que sin saber qué música toca o de dónde viene el artista-, saben que el final de la velada será un éxito, saben que los fans saldrán extasiados, comentando y comprando cualquier afiche para no olvidar el concierto.
Ya adentro, la banda hacía lo de siempre, laxar el cuerpo del estrés de la semana con algunas bebidas, platicar anécdotas que a casi nadie le importan y esperar lo inevitable… Así trascurrieron los minutos hasta que las bocinas y luces hicieron mutis, entonces los gritos y chiflidos daban la bienvenida a los primeros visuales de la noche… Imágenes naturales y con ese dejo de melancolía sobre un lugar que nadie conoce y todos buscan, sentimientos encontrados, paisajes oníricos y del alma. Poco a poco los músicos encontraban su lugar y Steven Wilson hacia temblar el Plaza.
Las primeras rolas de la noche aceleraban los sentidos de la multitud, propios y extraños –como siempre- se entregaban a los primeros acordes, First Regret, 3 Years Older, Hand Cannot Erase abría las acciones y un emocionado Wilson exclamaba, “es bueno estar aquí”.
Ante un Plaza Condesa completamente abarrotado, Wilson y compañía se reventaron 21 rolas, tracks que fueron de lo melancólico a lo experimental, repasando su historia musical. Perfect Life acentuaba la velada, el viaje cósmico sensorial se ponía en marcha, entre bromas sobre el clima, su llegada a México y el entusiasmo, Steven le ponía santo y seña al viernes y éxitos como Home Invasion, Happy Returns, Routine y Ascendant Here On, afirmaban esta aseveración.
Para estas alturas de la noche, el público compartía algo más que algunos tragos, un estado de trance, un viaje colectivo a todas partes, cada espectador dibujada diferentes expresiones, una constelación de emociones era acompañada por increíbles visuales y acordes de la banda; ojos cerrados, movimientos acompasados y sonrisas hacían de esta tocada algo sublime.
El británico se ha ganado un lugar irremplazable en la escena del rock progresivo por su carácter polifacético e innovador, esto lo ha hecho colaborar con otros grandes como Dream Theater, Emerson, Lake & Palmer y King Crimson. A propósito de esto y con el afán de seguir elevando las emociones, Wilson se discutió algunos temas de Porcupine Tree, el arsenal auditivo se disparaba por todos lados, la banda no daba crédito y temas como Dark Matter, Lazarus, Sleep Together y The Sound of Muzak, redondeaban la noche.
Es así como ante un Wilson visiblemente emocionado y un público completamente entregado, terminó esta noche de alarido, melancolía y progresión. El público pedía otra, pero las clásicas luces eran encendidas, las bocinas volvían a sonar y los ambulantes sabían que el concierto había sido todo un éxito.
El calor del interior disminuía, la brisa nocturna nos decía hasta entonces y una vez más Endorfina Cultural había cumplido su propósito, cubrir y disfrutar otro evento y así continuar difundiendo el arte y la expresión humana, esa que da sentido a múltiples cosas.
Si quieres topar esta experiencia sonora, recuerda que este domingo 13 de marzo habrá otra tocada del joven Wilson. Aún hay boletos disponibles.