Hace un par de años se volvieron a poner de moda entre los adolescentes (y también entre los adultos más nostálgicos) las camisetas de bandas de rock, metal y heavy. Los más jóvenes lucen con orgullo los logos y símbolos de los artistas más emblemáticos de la historia y se convierten en gurús de la materia, aprendiendo las letras de sus canciones e incluso sus biografías. Es por esto que Bohemian Rhapsody se ha estrenado en esta fecha tan concreta, 27 años después de la muerte de Freddie Mercury.
Para todos son conocidas las mejores bandas de rock y metal de todos los tiempos (hasta el momento): Aerosmith, Queen, R.E.M., U2, The Rolling Stones, Metallica, Pink Floyd, Guns ’n Roses, AC/DC o The Beatles. Es casi imposible no identificarlas, y siguen generando beneficios, ya sea a través de nuevos álbumes o giras, en los casos en los que aún es posible, o por otras vías como el merchandising, los álbumes tributo, películas o incluso videojuegos absolutamente tematizados. Las fortunas que han llegado a amasar (y lo siguen haciendo) estas bandas sólo podemos imaginarlas o intentar igualarlas con un buen golpe de suerte.
¿Serán capaces las bandas del momento de igualar este éxito? Si echamos un vistazo a algunos de los mejores álbumes del género a nivel internacional en el último año, no vemos ninguno de los nombres de las grandes bandas, a pesar de que algunas como U2 siguen en activo. Grupos como Voivod, Watain o Zeal & Ardor son los que están acaparando las listas y colapsando plataformas como YouTube con sus videos. Sin embargo, es cierto que sus nombres no generan tantos beneficios ni ingresos por merchandising como los de las leyendas del rock-metal. La pregunta es si dentro de 50 años se venerarán a sus líderes y si habrá Jaggers o Mercurys entre ellos. Desde luego, están dando un giro al concepto del metal con sus fusiones y sonidos experimentales, y ahí reside su fuerza. Otra duda es si esto perdurará en el tiempo.