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Por Eduardo Rivas
Fotos Diego Hurtado

Amanece la espera de sentir a miles de células explotando por la vibrante presencia de la mítica banda nacida en el año 1988 de la actual Tenochtitlán. Solo Caifanes es capaz de lograr tal efecto por su gran recorrido a través de los años y a través de miles de corazones que desfilan como fieles para celebrar este singular ritual.

Un llamado que nos hace transitar expectantes por las venas y entrañas de la tierra mexica para darse lugar en el palacio de cobre y poder desvelar aquellos dioses ocultos y dormidos en cada uno de los presentes, donde la visión etérea y vibrante voz del líder caifán recorrió los 4 puntos cardinales del alma al llevarnos a viajar por las nubes, dejando atrás las sombras de aquellos tiempos perdidos donde la codicia y el régimen se convirtió en un monstruo, permitiéndonos el no tropezar de nuevo con la piedra de la esclavitud dejándonos por fin ser libres.

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“Antes de que nos olviden, quiero que sepan que ustedes hacen que esto se haga posible, ustedes hacen que el foro sol y el palacio de los deportes parezcan Rockotitlán donde comenzamos a tocar, y nosotros somos sólo el pretexto para que se “deschonguen” y para que ¡SEAS LIBRE RAZA!”, recitaba el exponente que llevaba la voz esa noche. Caifanes sin mirar atrás, dejó huella homenajeando a sus muertos y plasmando en los vivos el fragmento heroico de Bowie, paseando por la suave textura melódica de Óscar Chávez y aún más galardonando su ritual diciendo adiós al divo de Juárez.

Así se vivió esta ceremonia, donde tomados de las manos estos grandes exponentes del rock mexicano nos dieron un hasta luego, invitándonos a ser unos soñadores más y a unirnos a ellos tal cual lo expresó el maestro John Lennon. En este viaje astral y corpóreo desfilaron firmes visiones como: “Los dioses ocultos”, “Para que no digas que no pienso en ti”, “Te estoy mirando”, “Miedo”, “Nubes”, “Nada”, “Cuéntame tu vida”, “Piedra”, “Mátenme porque me muero”, “Sombras en tiempos perdidos”, “Antes de que nos olviden”, “Negro cósmico”, “Detrás de ti”, “De noche todos los gatos son pardos”, “Aviéntame”, “Amanece”, “Perdí mi ojo de venado”, “Aquí no es así”, “La célula que explota”, “No dejes que”, “Quisiera ser alcohol”, “Viento”, “Nos vamos juntos”; El homenaje a: David Bowie con “Heroes”, “Por ti” de Óscar Chávez y “Te lo pido por favor” de Juan Gabriel.

El cierre y despedida: “Imagine” de John Lennon. La noche del 11 de diciembre del 2016 quedó marcada con el imperante saxofón y teclado de Diego Herrera, la batería incansable de Alfonso André, el sublime y discreto bajo de Sabo Romo. La voz que emite el verbo, cita y acompaña a estos seres, queda de más nombrarlo ya que es un recuerdo presente en todos nosotros que logra que los sentidos se disloquen y que temores se evaporen.

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