Por: Oscar Sánchez
Fotografías: Sofia Cedeño
Color, fraternidad, espíritu de unidad e igualdad fueron algunos de los múltiples elementos que se pudieron disfrutar el pasado sábado 5 de diciembre en la edición 2015 de Holi Festival of colours México.
El Deportivo Lomas Altas, ubicado en Av. Constituyentes, fue la sede de esta fiesta de 12 horas de duración. Una celebración de música electrónica, comida, bebida, arte y baile. Por unas horas las instalaciones militares hacían de lado las ordenes marciales y se entregaba a las emociones que los beats saben otorgar, los encargados de cambiar “el paso redoblado” por la cadencia y euforia fueron los Dj´s Pato Watson, Jorge Nava, Oliver Dollar, Aeroplane, Sander Van Doorn, entre otros.
Desde sus inicios Holi Festival of Colours y tras su paso por Europa, Asia y Estados Unidos, desarrolla sus actividades en torno a la igualdad y solidaridad, sin importar edad, raza o religión.
Desde la entrada se podían apreciar estas condiciones, una pequeña exhibición de graffiti elaborada por distintos artistas daba la bienvenida a los visitantes, figuras artísticas y alebrijes monumentales indicaban que aquí no existían posturas totalitarias e impuestas, no había blancos o negros, sino una gama de diferencias y cualidades.
Nadie quería perderse la característica que le ha dado fama al festival a nivel mundial, todos querían participar en la explosión de colores que se suscitaron durante todo el evento; la detonación de polvos cromáticos.
Es así como en medio de los beats y las detonaciones multicolor, la tradicional fiesta que inició en la India, volvía a México con más fuerza y ánimo. El baile era total y la gente teñida de azul, rosa, verde o rojo, daba fe de esta fiesta.
La garganta y el cuerpo necesitaba refrescarse, para ello el público podía formarse y recibir agua gratis o bien, canjear algunos vales ($30) por la bebida de su preferencia y así animar al cuerpo para continuar con la fiesta, lo mejor estaba a punto de suceder.
Después de las primeras sesiones de baile, el estómago pedía algo de proteínas. La gente podría tan sólo dar la vuelta a la chanca y encontrar una sección de comida, bien distribuida.
Ese fue otro acierto de esta organización. Baños, tomas de agua, áreas de descanso y de comida estaban acertadamente ubicados, de tal forma que el público podía acceder a cada uno de ellos sin problema y sin largas filas de espera.
El día se caracterizó por un ambiente de kermesse y carnaval, daba gusto ver a los pequeños y chavos correr por el espacio tratando de “empolvarse”, jugando sin importar el regaño de sus madres.
Sin embargo, al caer la noche la cosa se desempeñó de manera diferente, si bien es cierto que todo el día fue de baile, en la noche las parejas encontraron un excelente pretexto para sacar sus mejores pasos y los besos, caricias y muestras de cariño fueron más intensas.
Los colores seguían invadiendo el escenario y las bocinas proyectaban más fuerte la música, los alebrijes monumentales cobraron vida y acompañaron a los asistentes con sus mejores pasos, nadie quería perderse el momento.
El escenario – vistosamente diseñado – se percibía como una nave espacial, cuya misión era enviar a la concurrencia al universo; multicolor e infinito, un espacio de aceptación y celebración, sin razas, posturas políticas o intolerancia.
Los bailes finales estuvieron a cargo de Aeroplane y Sander Van Doorn, Dj´s reconocidos en la escena electrónica.
El bar no se daba abasto con la gente que solicitaba esas bebidas para hacer que el cuerpo volviera a la fiesta, era impresionante ver como la banda mantenía la pila bien puesta, no había espacio para recibir al cansancio, no había tiempo que perder y la noche aún era joven.
Es así como en medio de sus creaciones sonoras, el público pudo ser testigo de una fiesta sin precedentes que apunta para posicionarse como una de las mejores del año, caracterizada por algunos elementos como seguridad, respeto y comodidad.
Habrá que esperar si 2016 nos volverá a sorprender con esta fiesta de color y sí es así, no habrá que perdérsela.
GALERÍA FOTOGRÁFICA POR SOFIA CEDEÑO