Entrevista por: Amaury Berdejo

El Haragán y Compañía es un grupo de rock de Ciudad de México fundado y liderado por Luis Álvarez en 1989, quien construyó la carrera de la banda sobre las influencias de blues rock, hard rock, rock and roll y blues. Con el paso de los años, la música de El Haragán se ha consolidado como referente nacional del llamado Rock Urbano.

Platicamos con Luis Álvarez a propósito del estreno de la re-versión de su clásico Mi muñequita sintética, al lado de Rubén Albarrán (Café Tacvba) y la coyuntura a casi tres décadas de la formación del grupo.

Endorfina Cultural: Con 30 años de carrera has dejado un legado cultural importante en la música de la ciudad y el país ¿Cómo percibes ese recibimiento?

El Haragán: Lo más importante es que hemos conectado con el corazón del pueblo, nuestras canciones nunca fueron pretenciosas y eso las ha hecho del dominio público. Lo más grande que hemos logrado es formar parte del pueblo, en las presentaciones me encuentro a personas jóvenes, chavitos y también a otros de 40 y 50 años cantando las rolas, esa es nuestra huella para la historia.

EC: ¿Cómo decidiste que esta emblemática canción sería la ideal para celebrar los 30 años de carrera y además re editarla en colaboración?

EH: Es una nueva buena canción, participar con Rubén Albarrán fue algo increíble, algo así como romper barreras. Aunque antes nos habíamos saludado en algún lugar, nuestras carreras han sido diferentes.

Trabajar con Rubén, platicar con él, me hizo darme cuenta de su gran calidad humana y tanto en la canción como en el video se puede notar que nos divertimos, la frescura de la canción, se arma buena fiesta. Nosotros somos una banda ambiciosa musicalmente hablando y esto lo considero también un logro.

EC: ¿Cuál crees que es el lugar de la música urbana en la ciudad y en el país en 2019?

EH: Pues más que música de ciudad o como se le conoce, música urbana, creo que nuestras canciones han sido apropiadas por muchas personas a lo largo del país. Puedo tocar en una selva chiapaneca y hasta allá arriba está la música de El Haragán. Nuestra historia empezó en mi colonia, luego a nivel estatal, luego fue creciendo más, nuestra música se transmitió de boca en boca y por eso aunque se considera que nuestra música es rock urbano, creo que hemos trascendido esa definición.

Más que tener un título urbano, es música, no tiene fronteras, hicimos canciones a nivel artesana que aunque eran sencillas le apostaban a permanecer, pero nunca nos imaginamos que llegaríamos a tantos años de carrera: este sin duda es un sueño hecho realidad.

EC: ¿Qué otras sorpresas tendremos para el festejo de los 30 años de El Haragán?

EH: Mira, a esta edad he aprendido que el único límite que tienes es tu imaginación, nunca soñé con cumplir tres décadas y poder tocar en el Auditorio Nacional, pero así será a finales de diciembre. Entre las sorpresas puedo adelantarte que tendremos varios sencillos con colaboraciones de otros artistas que no puedo revelar ahorita, pero que muy probablemente estén en ese show de el Auditorio.

EC: ¿Cuál es tu perspectiva de la escena musical mexicana y latina a un paso de 2020?

EH: Creo que vivimos un momento muy particular, las personas en otros países escuchan mucha música latina, pero no necesariamente lo mejor, el reggaetón es muy popular y sinceramente no me parece que tenga algún contenido valioso. Hace ni mucho estaba en Washington y en el hotel le puse al canal de «música mexicana» y todo era banda, que aunque es un género importante muchas veces tiene letras terribles, me decepcioné.

Nos hacen falta letras y música que den un impacto duradero, no solo canciones momentáneas que a los tres días pasarán de moda por no tener un mensaje fuerte.

EC: ¿Qué música te inspira hoy en día?

EH: Me encantan los clásicos como The Cure, no puedo pasar un día sin escuchar unas tres o cuatro canciones de The Beatles y los Rolling Stones. Mi hijo de 26 años me enseña mucha música también, de sus bandas me gusta bastante Muse y estos meses he escuchado también mucha música afroantillana y son cubano, son ritmos que me fascinan.