Por: Ángel Santillán
FotosDaniel Cardeña Galván (DCG) / OCESA

¡Johnny Fucking Marr!

Antes que todo, quiero recalcar esa expresión en veneración a uno de los mejores guitarristas de todos los tiempos en el rock. Misma expresión que estaba impresa en las remeras de su mercancía oficial, y que detonaba en gracia una vez que uno presenciara su show.

El famoso Rocktubre (término conocido en México por tener la mayoría de lo días de octubre repletos de conciertos) arrancaba con dos titanes históricos; por un lado Johnny Marr con sede en El Plaza, y por el otro extremo de la ciudad también se presentaría Nick Cave And The Bad Seeds en el Pepsi Center, siendo este último el ganador con más asistencia al foro.

Aún con eso, las expectativas y emoción por ver al mayor secuaz de Morrissey en los ochenta con The Smiths, era inigualable.

Los asistentes, entre la fresca tarde-noche que amenazaba con lluvia, ya hacían fila desde una hora antes del acceso general. Vestían con orgullo sus playeras de The Smiths o con el rostro y diferentes tipos de fotografías de Steven Patrick Morrissey. Otro llegó con su jersey del Manchester City, portando el número 10 y con nombre de J. Marr en el dorsal. Y otros, como yo, traíamos lo que se nos había cruzado en el camino el armario; en mi caso, una camisa de Talking Heads, pues porque si.

Pasados unos minutos después de las 8;00 pm, Belle Game salió a telonear el show a Johnny Marr. Directos desde Vancouver, los canadienses integrados por Andrea Lo, Adam Nanji y Katrina Jones brindaron unos treinta minutos de energía pop con una sublime ejecución de parte de la banda, ante una voz suave y potente de su vocalista Andrea Lo. A pesar de esto, la conexión con el público no fue muy buena, al grafo de que muchos asistentes ignoraban su presentación o simplemente bostezaban.

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Al fin el momento llegó, la espera por ver a Marr término, y el inglés, entre aplausos, empezó su set con The Tracers, para después soltar un bombazo al interpretar Bigmouth Strikes Again inmortalizada con The Smiths que el público de inmediato identificó.

Otros temas de la carrera solista de Johnny sonaron como Day In Day Out y Hi Hello, para luego soltar más hits de The Smiths como The Headmaster Ritual, y un par de temas, Getting Away Whit It y Get The Message de Electronic, el proyecto musical que creó junto al líder y vocal de New Order, Bernard Summer.

Canciones de su nuevo material, Call The Comet, mismo que lo trajo de gira a México, también fueron ejecutadas sobre el escenario como Spiral Cities y Easy Money antes de que sonara otro de los himnos más emblemáticos de The Smiths, How Soon Is Now.

Una despedida breve y cánticos de «¡Johnny Johnny!«, hicieron volver al guitarrista para tocar tres temas más, uno de solista: Rise, y dos de The Smiths: There Is A Light That Never Goes Out, que todos cantamos a mucho pulmón y You Just Haven’t Earned It Yet, Baby, misma con la que cerró una presentación magistral, llena de encanto y simpatía de uno de los mejores guitarristas de la historia que nos dejó ver que él es el verdadero espíritu de aquella banda tan trascendental llamada The Smiths.

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