De acuerdo con la Sociedad Mexicana de Urología, en México se estima que aproximadamente 4 de cada 100 personas mayores de 25 años tienen piedras en los riñones y la emergencia sanitaria por COVID-19 ha puesto en mayor riesgo a los pacientes con enfermedades renales.

Ricardo Alvarado Ballinas, Director de Cirugía Láser de Cálculos Renales en la Unidad de Urología Especializada, explica que la litiasis renal se manifiesta clínicamente como cólico nefrítico, que se caracteriza por un dolor repentino que “va y viene” en la región lumbar, es unilateral, severo y se irradia hacia las ingles o los genitales.

También puede presentarse como un dolor abdominal de inicio agudo y de menos de 12 horas de evolución. El dolor no mejora con el reposo y, con mucha frecuencia, se acompaña de náuseas y vómitos, al igual que de la necesidad de orinar con mucha frecuencia, aunque en muy poca cantidad y a veces, con presencia de
sangre.

En cualquiera de esos casos, la principal recomendación es acudir al especialista para determinar cuál será el tratamiento a seguir con base en los resultados de análisis como cultivos de orina, rayos X de abdomen, ecografía del riñón y las vías urinarias, urografía intravenosa, entre otros.

“Uno de los posibles tratamientos a esta enfermedad es la Cirugía Retrógrada Intrarrenal, que permite destruir la litiasis con un láser de última generación, con menos agresión al organismo y facilitando una rápida recuperación. Es un procedimiento quirúrgico endoscópico que permite el tratamiento de algunas enfermedades desde el interior del riñón, sin necesidad de heridas”, aseguró Ricardo Alvarado Ballinas.

Esta intervención suele realizarse bajo sedación anestésica, siendo muy bien tolerada por los pacientes, quienes son dados de alta de forma muy rápida. El acceso se realiza a través de la uretra, para acceder al interior de la vejiga, localizar el orificio ureteral correspondiente y, a través del uréter, entrar en al riñón.

Para lograr este procedimiento se utiliza un instrumento denominado ureterorenoscopio flexible, que incorpora una cámara-monitor HD y ofrece al especialista una imagen de gran calidad del interior de la vía urinaria. Su flexibilidad
permite alcanzar cualquier localización del interior del riñón y permite moverse por el interior de manera no traumática.

Actualmente existe una amplia serie de pacientes tratados con esta técnica, con resultados muy positivos y que han mejorado la calidad de vida de los pacientes. Sin embargo, no se debe olvidar que la litiasis urinaria es una enfermedad muy común y que se produce debido a la acumulación de minerales que se adhieren entre sí en los riñones.

Entre las principales causas están la falta de hidratación en la dieta habitual, gran consumo de carnes rojas, exceso en consumo de sal y bebidas gasificadas, infecciones urinarias no tratadas o alteraciones de la función de la vía urinaria (crecimiento de próstata, compresión de vía urinaria por tumores de otros órganos, malformaciones congénitas), por mencionar algunas.

El Director de Cirugía Láser de Cálculos Renales en la Unidad de Urología Especializada indicó que en promedio 1 de cada 10 personas sufrirá algún episodio de cálculos renales a lo largo de su vida y posiblemente será necesario un proceso quirúrgico, por lo que contar con la Cirugía Retrógrada Intrarrenal representa una opción menos agresiva y rápida para la recuperación de los pacientes.

Para mayor información, el experto puso a disposición del público la página oficial de la Unidad de Urología Especializada: https://urologos.doctor, en la que brindan atención personalizada, privada y con manejo confidencial de datos.