Nota por: Ángel Santillán
Fotos: Noé Ramírez

10 minutos después de las 10:00 de la noche dio inicio de esta gran ceremonia al noise en el Foro Indie Rocks!, un evento más relacionado con las festividades de Hipnosis en una noche donde el público ganó al deleitarse con tres propuestas de sumo interés.

El dúo Nada se sirvió del banquete durante 26 minutos en los que sus integrantes se lucieron solo con bajo y batería. Una chica en el escenario con su voz y bajo lidera el inicio de este encuentro y lleva al público a querer más. Quizá el único inconveniente para Nada fue no terminar de explotar pues primero consiguió encender los ánimos y tuvo tiempo para darse a conocer; pero ya en pleno vuelo pudo subir un poco más como para mostrarnos sus sonidos desde otras alturas. Sin embargo por algún motivo se quedó ahí. Quizá solo sea cuestión de tiempo, de más recitales y más música para que lo logren y cuando así sea seguramente lo harán genial.

Un receso de banda en vivo fue quizá necesario para que el público digiriera mejor lo que se acababa de presentar. El temple es importante y fundamental en noches como esta. Fue el turno entonces para el folk psicodélico y decaído de Pedro Tirado, quien es una oda a la construcción musical putrefacta, honesta y sin ninguna pretensión más que ser así. Lo consigue. Valiente este músico en su apuesta que se vio acompañada por cajón, bajo y batería. La música de Pedro es la que nace a las 10:00 H después de toda una noche de fiesta hasta lo más hondo. Acá, a diferencia de la primera banda, fue que el tiempo frente al público fue más de lo necesario y eso pudo llegar a cansar a algunos asistentes, mismos que no dejaron de agradecer la música que ahí se presentaba.

Así, llegó el turno para el trío compuesto por Pedro PestanaAndré Couto y João Pimenta. Poca gente en el público pero quienes ahí estuvieron se sintieron muy afortunados de llegar a ese momento de la noche. Brutal la banda portuguesa 10 000 Russos. Puedo asegurar que en el tiempo reciente no se había presentado un sonido tan particular y bien realizado por estos pagos y vaya que por acá viene la música más interesante a probar suerte. No cabe duda que cuando el talento sobra se luce en su totalidad en vivo, porque el trío conformado por batería, guitarra, bajo y pedales, hizo un derroche de post punk, psych y distorsión llevada a lo majestuoso.

Notas sobre lo extraño reinaron el lugar mientras visuales misteriosos hacían juego con las luces en el escenario. La música de 10 000 Russos parece no tener una estructura que sirva de soporte para su despegue y vuelo, incluso así logran crear algo que en verdad podría por momentos rozar lo sublime. Paisajes distorsionados que hacen pensar en la rabia interna o en un futuro pos apocalíptico, sonido que da la impresión de pulverizarse para volverse partículas que envuelven y retienen al espectador. La evocación de sonidos de sintetizador industrial, logrados gracias a la genialidad de sus músicos, es parte clave para el éxito de esta banda, que toco poco en verdad, apenas una probada de lo que pueden llegar a hacer en vivo, no pudo faltar uno de sus éxitos Usvsus. Creo que parte del espíritu nocturno de esta ciudad se sintió agradecido con esta propuesta musical, que esperemos no tarde en volver.

El pase de diapositivas requiere JavaScript.